El cuento de la lechera ‘burbujista’ de la inmobiliaria Quabit para salir de la crisis

Pretende vender 3.000 viviendas nuevas en cinco años por un precio medio de 314.000 euros, partiendo de una demanda actual en franco retroceso, con casi un 40% de caída de las ventas

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Quabit, la inmobiliaria cotizada presidida por Félix Abánades que sale de la crisis sin haberse acogido a concurso de acreedores y que acaba de lograr refinanciar la deuda financiera de 335 millones de euros que soporta, ha presentado un plan estratégico para los próximos cinco años, con unas previsiones que dejan entrever un empecinamiento en mantener la estrategia burbujista que dejó al sector en bancarrota hace siete años.

Basta echar unas sencillas cuentas para ver cómo los casi 1.000 millones de euros de facturación entre 2016 y 2020 se lograrían con la entrega de 3.000 viviendas, saliendo un precio medio de venta de 314.000 euros.

Beneficios y dividendo

Y, además, llega incluso a desglosar el reparto de esas ventas, el 25% se obtendría hasta 2018 y el 75% restante entre 2019 y 2020.  Ingresos que permitirían alcanzar un margen de explotación de 204 millones y un beneficio neto en 2020 de 221 millones, permitiendo repartir 59 millones de dividendo.

Para respaldar estos números, y según se detalla en el Plan de Negocio remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Quabit tira de los últimos datos estadísticos para destacar los que más le convienen.

Omisiones estadísticas

Así, toma el dato de las compraventas ofrecido por los notarios entre enero y junio, con un crecimiento del 7,9% sin desglosar si son viviendas usadas o nuevas, pero omite el del Instituto Nacional de Estadística (INE), que entre enero y agosto registraba un descenso del 36% en la venta de viviendas nuevas.

De igual modo, se apoya en los informes relativos al aumento de la inversión inmobiliaria, del 51% en el primer semestre de 2015,  según la consultora CBRE, pero omite señalar que ese incremento no va precisamente para el sector residencial, como queda patente en las operaciones realizadas por las socimis, principales protagonistas de estas inversiones.

470 millones para comprar suelo

Datos cogidos al vuelo que llevan a Quabit a señalar que «el suelo ha dejado de ser el activo más tóxico y se está convirtiendo en uno de los más apreciados por los  inversores», apuntan desde la inmobiliaria. «Un hito muy reseñable para una compañía especializada en gestión de suelo y en la que gran parte de los activos son terrenos», subrayan.

Esa es la razón por la que anuncia una inversión de 470 millones de euros entre 2016 y 2020 para comprar suelos finalistas en Madrid, Barcelona, Valencia, Costa del Sol y en otras zonas con alto potencial de demanda, y comenzar de inmediato su promoción y comercialización. En esos terrenos prevé construir 2.840 viviendas, de las que se entregarían 2.300 en el periodo 2.300, y las 500 restantes, vendidas sobre plano, a principios de la siguiente década.

Captación de fondos

Una inversión de tal envergadura que no se corresponde con la captación de fondos que pretende lograr. A los 70 millones de euros pendientes de la ampliación de capital anunciada en junio –y que en su mayor parte servirán para amortizar deuda de la Sareb–, se añadirían 76 millones por la venta de suelo de su actual cartera y la aportación financiera de 69 millones de fondos internacionales, cuyo primer tramo llegaría con la firma de un acuerdo prevista para las próximas semanas.

Y todo esto, con una deuda financiera que, entre unas cosas y otras, se vería reducida en unos 60 millones de euros, incluso activando el crédito fiscal existente, y no recogido en su balance, de 188 millones de euros, de manera que el apalancamiento se mantendría por encima de los 260 millones en 2020.

El nuevo endeudamiento –tanto el procedente de los fondos internacionales como de los préstamos al promotor que deberían financiar la construcción de esas más de 3.000 viviendas– mitigaría las cancelaciones de deuda previstas en el acuerdo de reestructuración alcanzado con las entidades financieras, de hasta 226 millones de euros.

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