El Corte Inglés maquilla sus números sin vender más pantalones

Los grandes almacenes se centran en recortar costes y reducir la abultada deuda para lograr el ansiado 'investment grade' de las agencias de calificación

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El Corte Inglés presentó este viernes unos resultados con dos caras: las cifras revelaron que las ventas en sus centros comerciales están estancadas, aunque los márgenes se incrementaron al ritmo que demandaban los inversores. La compañía puso a dieta su estructura y gestión y logró incrementar los beneficios el 28% hasta los 258 millones de euros. Lo hizo, eso sí, sin demasiada ayuda de su principal músculo: el retail.

Fuentes de la compañía que todavía preside Jesús Nuño de la Rosa –en julio será sustituido por Marta Álvarez— celebran que el margen sobre las ventas se incrementó el 1,5%. No obstante, este porcentaje fue solo del 0,7% en la división de centros comerciales. “No se trata de vender por vender, nos hemos focalizado en incrementar los márgenes en este ejercicio”, añaden las mismas voces.

Así, los grandes almacenes maquillan el estancamiento de la división de retail, que apenas elevó sus ventas el 0,37% hasta los 12.973 millones de euros frente al crecimiento del 3,2% que heredó del año anterior. Su contribución al Ebitda apenas ascendió el 0,31% –881,9 millones de los 1.074 millones totales–.

Como explicó Economía Digital al cierre del año fiscal –el 28 de febrero–, la atonía marcó casi la totalidad de las secciones. La sección de moda fue el gran ejemplo: es el principal músculo del grupo y se quedó prácticamente en las mismas cifras obtenidas en el ejercicio anterior. Los datos de ventas los salvaron Viajes El Corte Inglés, que elevó la facturación el 4,95% hasta los 2.721 millones y la división de seguros, que creció el 9,25% hasta los 199 millones.

El Corte Inglés saca pecho de haber reducido deuda en casi 500 millones

El otro gran argumento de la compañía para seducir a los inversores fueron los esfuerzos para reducir deuda. Al cierre de la temporada, el pasivo alcanzaba los 3.367 millones de euros después de destinar 467 millones a pagar lo adeudado. La mayoría del importe procedió de la venta de la filial Óptica2000 por 78 millones de euros a Grandvision y las desinversiones inmobiliarias acometidas a lo largo del año.

Todo forma parte del compromiso que Nuño de la Rosa y Marta Álvarez tienen desde que el primero alcanzó la presidencia el pasado mes de junio: alcanzar el investment grade entre las agencias de rating con tal financiarse a través de inversores de primer nivel y afrontar con garantías una posible salida a bolsa en el futuro.

Por el momento, todavía está lejos de los niveles deseados. El pasado mes de septiembre, antes de una emisión de bonos de 600 millones de euros, las grandes firmas la alejaron del grado de inversión. Standard & Poor’s y Fitch le otorgaron una nota de BB y Moody’s la calificó como Ba1. Es decir, bono basura.

Además, la empresa tiene en venta un paquete de 95 inmuebles, el mayor proceso de desinversión de su historia. Encargada a PwC, la operación está valorada entre 1.500 y 2.000 millones, aunque parece complicado que un solo inversor se haga con todo el portafolio debido a la diversidad: engloba desde centros comerciales a oficinas y suelos.

El desembarco de Marta Álvarez en El Corte Inglés

Serán los últimos resultados que llevarán la firma de Nuño de la Rosa como presidente de El Corte Inglés. El próximo consejo –que se celebrará antes del 24 de julio– aprobará el nombramiento de Marta Álvarez como presidenta. No será una directiva de paja: la también accionista quiere mantener las funciones ejecutivas en su nuevo cargo después de descabalgar a Jesús Nuño de la Rosa. Su ámbito de actuación: la totalidad de las divisiones.

Fuentes de la compañía explicaron a Economía Digital que en la reunión se pondrá sobre la mesa el nuevo reparto de funciones del ahora trío que llevará las riendas de la empresa: Marta Álvarez en la presidencia y Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo como consejeros delegados.

Otras voces consultadas van más allá y sostienen que la hija adoptiva del expresidente Isidoro Álvarez tomará con más fuerza su papel en el día a día de la empresa, tanto en las ventas como en los frentes corporativos que El Corte Inglés tiene abiertos: la venta de una cartera inmobiliaria y la consecución del investment grade. “Si hasta ahora ya hacía y deshacía, ahora lo hará con mucho mayor motivo”, explican.

Será la principal diferencia con el esquema que tenía la cúpula hasta el pasado verano. Entonces, Dimas Gimeno, sobrino de Isidoro, ocupaba la presidencia, aunque limitada a una función puramente institucional después de que en octubre de 2017 los grandes almacenes nombraran a Nuño de la Rosa y Del Pozo como consejeros delegados.

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