El contrato de Arabia Saudí deja cincuenta empleos en Ferrol

Navantia generará 3.250 empleos en Cádiz, 350 en Cartagena y solo 53 en Ferrol con las cinco corbetas para Arabia Saudí

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Tanto para tan poco. El polémico y tan perseguido contrato de Navantia para la venta de cinco corbetas a Arabia Saudí ha entrado en vigor esta semana después de que Riad haya formalizado la carta de crédito, según ha anunciado en el Congreso el nuevo presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Vicente Fernández Guerrero, que ha adelantado que esto supone que el primer buque será entregado en octubre de 2021.

El presidente de SEPI ha concretado los detalles del contrato con el país del Golfo Pérsico, por valor de 1.813 millones de euros, que generará 6.000 puestos de trabajo anuales durante cinco años. De ellos, 1.100 serán empleos directos, 1.800 en la industria auxiliar y otros 3.000 en la cadena de suministradores de Navantia. Pero hay miga.

Ferrol, una anécdota en el proyecto

El peso principal de construcción de las corbetas recaerá en los astilleros de la Bahía de Cádiz, aunque también afectará en parte a los de Cartagena y Ferrol. Faltaba por poner números a esas contrataciones. Y lo ha hecho el presidente de la SEPI en su comparecencia. Según sus cálculos, de los 6.000 empleos anuales, 3.250 corresponderán a los astilleros de la bahía de Cádiz, 2.320 a la unidad de sistemas, algo menos de 350 a la unidad de motores de Cartagena y apenas unos 53 empleos corresponderán a Ferrol.

Fernández Guerrero ha dado estos datos en su primera comparecencia ante la Comisión de Industria como presidente de SEPI, y ha anunciado que la construcción de los buques comenzará en enero de 2019 y la primera entrega está prevista en octubre de 2021. El resto se harán llegar a Arabia Saudí con una periodicidad de cuatro meses, según ha detallado el presidente de SEPI.

Una sociedad mixta con Arabia Saudí

Fernández Guerrero ha reconocido que este contrato, el mayor firmado por Navantia con un país extranjero, es «muy importante» para la sostenibilidad técnica y económica de la compañía y permite augurar un futuro «más halagüeño» después de años de restricción económica.

De hecho, ha abierto la puerta a que la alianza con la empresa estatal saudí SAMI (Saudi Arabian Military Industries), a través de la joint venture creada para el desarrollo de las corbetas, vaya más allá del contrato de estos cinco buques. «La posibilidad de que llegue a buen puerto es cierto, pero no se puede exponer en términos de rotundidad», ha dicho.

En total, se invertirán en el programa algo más de siete millones de horas de trabajo para la construcción de una de las corbetas «más avanzadas tecnológicamente del mundo», a la que la industria española aportará más del 80% de su capacidad tecnológica.

Armamento de guerra

Una vez finalizadas, las corbetas podrán asumir funciones de vigilancia y control marítimo o rescate de otros buques y tendrán capacidad antisubmarina, antiaérea, antisuperficie y de guerra electrónica, según ha detallado Fernández Guerrero, que ha señalado además algunas especificidades solicitadas por las autoridades saudíes, como su adaptación a las temperaturas extremas del Golfo Pérsico.

El presidente de la SEPI ha detallado que Navantia prevé asumir una cartera de pedidos próxima a 11.000 millones de euros hasta 2022, entre los que se encuentran varios proyectos del Ministerio de Defensa español, como las fragatas F-110, que sí recaerán en gran medida en los astilleros de Ferrol; la finalización del proyecto de los submarinos S-80 o nuevos buques para la Armada y el Ejército de Tierra que esperan formalizar próximamente.

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