El ‘boom’ de la vivienda en el rural gallego, un mal negocio para los compradores

La mayoría de nuevos propietarios ponen en el mercado sus inmuebles perdiendo hasta la mitad de lo invertido

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En época de bonanza las ventas de inmuebles en zonas rurales de Lugo y Ourense crecieron hasta conformar todo un nicho de mercado, con empresas que centraban su actividad en mover propiedades de unas manos a otras. Uno de los casos más conocido fue la llegada de ciudadanos ingleses a la Ribeira Sacra, territorio que se adentra en las dos provincias. Pero junto a estos compradores foráneos, a los que hay que añadir el interés de holandeses y alemanes, muchos ourensanos y lugueses, asentados en núcleos urbanos, invirtieron en viviendas en la zona.

La crisis económica ha contraído este mercado y ha provocado que las inversiones realizadas por los compradores resulten un mal negocio. Según fuentes del mercado inmobiliario, la mayoría de estas casas han vuelto a ponerse a la venta a un precio muy reducido. “Tengo inmuebles en venta a un precio que puede rondar los 70.000 euros, que hace unos años los compradores adquirieron por 130.000 o 150.000”, informa un profesional del sector.

Rehabilitación

Además de la caída en el precio, los propietarios asumen también las pérdidas de lo invertido en la rehabilitación de las casas, práctica habitual de los nuevos compradores una vez adquirido el inmueble. “Hubo un momento en el que todos nos considerábamos millonarios y tanto extranjeros, como personas de Castilla León, Ourense y Lugo compraron propiedades a lo largo del río Miño, que rehabilitaron y que ahora vuelven a estar a la venta”, reflexionan las mismas fuentes. “Fue un fenómeno temporal que no cuajó”, concluyen.

Caída del mercado británico

La inmobiliaria Galicia Paradise, especializada en las transacciones con extranjeros que quieren instalarse en la Ribeira Sacra, advierte también de la caída en el número de operaciones a causa de la crisis. Sostienen que los precios de venta se mantienen a un nivel parecido pero que muchos propietarios asumen la pérdida de la inversión realizada en la casa para venderla a un precio parecido al que pagaron hace unos años. Aún así, es difícil encontrar comprador.

La firma destaca el bajón en el mercado británico y lo achaca a un doble motivo. “Por un lado, la depreciación de la libra y, por otro, que a las personas interesadas les es más difícil vender su casa en Inglaterra para instalarse aquí”, indican.

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