El auditor alertó de la crisis de Sargadelos un año antes del concurso

Señaló que el descenso en las ventas y los ejercicios en rojo cuestionaban la viabilidad futura de la empresa

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Desde la entrada en preconcurso de acreedores e incluso antes, la dirección de Sargadelos ha puesto sobre la mesa los números que demostraban la caída de su facturación. En el ejercicio de 2012, el descenso fue de un 20%, que se sumó a una rebaja del 18% el año anterior en la cifra de negocio, según las cuentas de la compañía. Este argumento que repitieron en la compañía hasta llegar a la suspensión de pagos ya lo puso sobre la mesa el auditor de las cuentas de Sargadelos, la sociedad Plade Consultores, hace un año.

El informe que audita la cuenta de resultados de 2012 alerta sobre las dificultades para la continuidad de la histórica empresa. “La sociedad ha sufrido una reducción significativa de su cifra de negocio y lleva incurriendo en pérdidas de explotación en los últimos cuatro ejercicios”, dice el documento. Estas circunstancias, junto a otros factores que el auditor expone, “indican la existencia de una incertidumbre sobre la aplicación del principio contable de empresa en funcionamiento”.

Crédito a una sociedad en quiebra

El otro aspecto que preocupa al auditor son las operaciones que realiza Sargadelos entre las empresas de su mismo grupo. En particular, pone énfasis en que recuperar los créditos concedidos a estas sociedades dependerá de la evolución del grupo, que ha ido en caída libre hasta aplicar un ERE a 70 trabajadores de las plantas de Cervo (Lugo) y Sada (A Coruña) y suspender pagos.

Del mismo modo, el auditor destaca que se ha concedido un crédito de 137.000 euros a una empresa del grupo en causa de disolución. Por estos motivos, la caída de ventas y el riesgo implícito en las operaciones internas de Sargadelos, Plade Consultores advertía hace un año que la continuidad de la compañía estaba en duda y que dependería de una recuperación de las ventas y del apoyo de socios y acreedores.

Banca y Xunta

Ya en concurso, y con un pasivo que supera los 5 millones, Sargadelos puso en marcha la máquina negociadora para recabar dicho apoyo. Entre sus acreedores se encuentran las entidades financieras Novagalicia, BBVA y Caixabank, así como Hacienda, la Xunta de Galicia y parte de la propia plantilla.

A los 70 trabajadores despedidos se les adeudan las indemnizaciones y a toda la plantilla dos pagas extras. En la empresa afirman que su primera prioridad será satisfacer esta deuda y que los sueldos de los actuales empleados se abonarán puntualmente.

Un plan de viabilidad cuestionado

En cuanto al plan de viabilidad, mantiene muchos elementos que los sindicatos han calificado de “vagos” y “repetitivos” respecto a proyectos anteriores emprendidos por la empresa, tales como reforzar el mercado exterior o impulsar la venta online. De momento, Sargadelos está intentando mejorar la eficiencia de su modelo productivo tutelado por una empresa externa. Esta búsqueda de la eficiencia ha implicado también el ajuste en la plantilla. Los trabajadores mantienen vivo el ERE en los tribunales tras presentar un recurso por defecto de forma.

Al margen de la negociación con la banca y la Administración, la otra parte del plan de Sargadelos está en la venta de los activos que le quedan en Galicia. La compañía afirmó a este medio que los principales centros productivos, en Cervo y Sada, no corren peligro.

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