Edgewater depositará en la Xunta una fianza de cinco millones para restaurar Corcoesto
El Gobierno gallego reivindica las medidas para minimizar los efectos medioambientales de la mina
La Xunta asegura que el controvertido proyecto minero de Corcoesto, en Cabana de Bergantiños (A Coruña) se está desarrollando con “todas las medidas para minimizar los efectos medioambientales”.
Así lo ha asegurando el secretario xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, Justo de Benito, a una pregunta formulada por la diputada socialista Patricia Vilar, en comisión parlamentaria. De Benito insiste en que la preocupación por la mina “no está justificada” y ha indicado que antes de comenzar la actividad, la empresa debe depositar una fianza en la Consellería de Economía e Industria por el plan de restauración del entorno al que se ha comprometido la compañía, al que destinará cinco millones de euros.
Desplazar el río Lourido
Asimismo, ha indicado que el desplazamiento del cauce de río Lourido se hará “para mejorar la seguridad de las balsas de lodos”. Se hará, explicó, con “un canal naturalizado de 2.700 metros de la manera más natura posible”.
De Benito indicó que la mina a cielo abierto “naturalmente producirá un impacto”, aunque indicó que en el caso de Corcoesto está previsto que los agujeros que se excaven se rellenen con la tierra extraída de cada nuevo hueco. El último de ellos no podrá cubrirse de esta manera, por lo que está previsto hacer un lago artificial, como en el caso de As Pontes.
Futuro lago
Por su parte, la diputada socialista ha destacado que, por cada kilo de oro que se obtenga, se generarán 128 kilos de cianuro, 250 de arsénico y 4.000 toneladas de residuos y escombros, en una explotación que durará 13 años.
Además, ha criticado que las autorizaciones ambientales son «poco rigurosas» y ha indicado que el «agujero de 85 metros de profundidad» que quede «solo se podrá llenar con agua». «Ya sabemos lo que pasa con el ph del agua de As Pontes», ha dicho.
