Dieter denuncia un intento de agresión de afines a Pérez Canal

Un miembro de la junta directiva de la patronal de Ourense lo increpó y amenazó después la asamblea de la semana pasada, cuando el presidente de los empresarios ourensanos confirmó su candidatura a la CEG

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«Si perdemos le daremos la mano a Pérez Canal y le dejaremos gobernar. No vamos a bloquear ni a presentar una moción de censura. Pensaremos entre todos en el bien de la institución». Antonio Diéter Moure, candidato a la presidencia de la patronal y presidente de la asociación de empresas de formación ourensanas, se muestra conciliador a pocas horas de que los empresarios decidan quién liderará la nueva etapa de la Confederación de Empresarios de Galicia, pero sabe que la tensión es muy grande. 

Así quedó evidenciado en las últimas semanas, incluso el mismo día que confirmó a la patronal ourensana el secreto a voces de que se presentaba contra el presidente, José Manuel Pérez Canal, y lo llamaron desleal. Horas después se armó una gran bronca y casi se llega a las manos.

Por eso cuando le preguntan por las acusaciones contra él por hacer una oposición «destructiva» y ser «confictivo», salta. «A mí una persona de la junta directiva (de la Confederación de Empresarios de Ourense) intentó agredirme. Lo conflictivo viene por ese lado, si tus argumentos son agresiones e insultos. Si me tachan de conflictivo porque reivindico a mi sector y a los empresarios… por pedir que se reclamara a Alvariño cumplir sus compromisos…» enumera Díeter Moure, que en un momento de la conversación recuerda: «Que sepan que yo no voy a ser un palmero».

El encontronazo

El intento de agresión al que se refiere sucedió el lunes de la semana pasada, después de que Pérez Canal confirmara a los empresarios que optaría a la presidencia de la CEG y Diéter, obviamente, no lo apoyara en absoluto. A la salida del salón de actos, cuando quedaba un número muy reducido de los asistentes a la asamblea porque la reunión ya había terminado, se produjo el encontronazo. «Me dijo que si me atrevía que bajase que me iba a dar…», recuerda el candidato.

Y sí, según pudo confirmar este medio, se elevó demasiado el tono en la escaramuza por parte de un alto cargo de la directiva, prolijo aquel día en palabras malsonantes. También hubo encontronazo físico, aunque no pasó del que usted puede ver en un campo de fútbol entre dos jugadores que se retan pero que no quieren ser expulsados. En este caso, fue Diéter el insultado y el retado, pero ya no le importa. «Da igual, ya está olvidado. Ni debo ni puedo decir quién fue la persona», zanja.

La batalla de la formación

La lista de desencuentros con Pérez Canal, que ya no estaba en la sede de la patronal cuando se produjo la disputa, es larga. Comenzó cuando al gerente de Aceites Abril lo convencieron para presentarse a la provincial de Ourense y Diéter Moure apoyó a su rival, Flora Castro. Durante el mandato, le reprochó que no demandara a Fernández Alvariño cumplir con su compromiso de repartir en partes iguales los fondos de formación entre las provincias, un 25% para cada una. 

«Algo que me parece una barbaridad y con lo que no estoy de acuerdo, pero era un compromiso y el presidente de la patronal de Ourense se negaba a reclamarlo, perjudicando a los empresarios ourensanos», reflexiona Diéter, que también censura que parte de esos fondos hayan acabado «en empresas de Pontevedra y Lugo», que son las dos directivas que, a priori, apoyarán a Pérez Canal este viernes –la patronal lucense lo manifestó públicamente, la de Pontevedra no–. «¿Eso es lealtad o deslealtad a Ourense?», espeta.

Un código ético con dos puntos clave

Y, sin embargo, los dos candidatos se presentan como renovadores, coinciden en que se deben ajustar los salarios en la CEG –«desde la prudencia, porque esos salarios son personas», matiza Antonio Diéter– y van con un código ético bajo el brazo.

«El código ético que planteo tiene al menos dos puntos que son imprescindibles: que las empresas vinculadas a los cargos con responsabilidad de la patronal no dean servicios a la Confederación de Empresarios y que en los actos de la Confederación no esté representada la empresa de dichos altos cargos», dice Diéter, dando a entender que Pérez Canal utiliza a la patronal de Ourense para promocionar Aceites Abril.

«Prefiero que me sigan llamando conflictivo y decir lo que pienso desde el respeto, porque hay cosas que, además de no ser éticas, son antiestéticas».

La patronal «es viable»

Diéter es un veterano en las instituciones, director de un colegio de formación profesional, empresario que responde en gallego si lo interpelan en gallego –algo no tan habitual como pudiera parecer– y dice tener un conocimiento «profundo» de la salud financiera de la patronal.

«Es viable y se puede devolver a una situación de estabilidad», dice mientras se pregunta si las medidas que propone Pérez Canal no se pudieron ejecutar antes. «¿Por qué no lo hizo hace dos años?». Persiste en vincular al empresario con el convulso mandato de Fernández Alvariño, ya que, de hecho, fue uno de los apoyos del empresario vigués.

«Yo apuesto por unas provinciales fuertes, pero sin vaciar de contenidos a la CEG. Es obvio que los valores están en las provinciales y sectoriales, pero es la CEG la que tiene que capitalizar sus demandas y plantearlas ante los organismos competentes», señala con cierto aire de transversalidad.

Pone un ejemplo. «A mi me encantan los proyectos europeos» y es necesario que «el personal cualificado de la patronal sepa canalizarlos», pero en colaboración con las sectoriales, «que es donde están los técnicos más cualificados».

Si le hablan de la red de oficinas en el exterior, lo mismo. Le gusta el modelo acordado por Alvariño y el Igape, pero reclama que «no es la administración ni la CEG quien debe definirlo, sino las empresas» que quieren apostar por la internacionalización.

Más tensión

A Diéter se le reprocha que su empresa también realiza cursos de formación con fondos que reparte la patronal, pero él desdeña las acusaciones. «Estoy en una asociación que reparte los fondos que le da la patronal ourensana entre sus asociados. Creo que recibí un curso, mil y pico euros si no me equivoco».

Lo que parece evidente es que por Ourense las aguas no bajan tranquilas.

«El problema es que pensaba que iba a ser el único candidato, y no le gustó que otro se presentera. Y que fuera de Ourense, le gustó menos. Y que fuera yo, le gustó aún menos. Pero tenemos derecho a defender ideas diferentes».

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