Denuncian que más de la mitad de Cova Eirós está bajo la mina de Cosmos

Salvemos Cabana considera ineficaces las medidas de seguridad  y recuerda que la actividad minera ya dañó el yacimiento

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Frenar la actividad minera es la única salida posible para proteger Cova de Eirós. Esa es la opinión del colectivo Salvemos Cabana que advierte de los problemas de conservación del yacimiento derivados de la explotación de la cantera de Vilavella, en Triacastela, que data ya de los años 80. Las paredes de la gruta están reblandecidas. La eliminación del terreno por encima del enclave incrementó la filtración y provocó un exceso de humedad en el santuario rupestre, “que alberga las únicas pinturas rupestres conocidas del Paleolítico en todo el noroeste peninsular”. Tres cuartas partes de la cueva, explica Salvemos Cabana, se sitúan justo debajo de la mina (imagen).

Cementos Cosmos, la empresa que explota la cantera, ha establecido un macizo de protección de 50 metros de roca alrededor de la cueva, un perímetro en el que no podrá explotar ni hacer voladuras. Es uno de los requisitos que establece la licencia municipal, activada el 1 de agosto, para que la cementera pueda mantener la actividad. Ahora bien, con los papeles en orden, Cosmos se enfrenta a las críticas de los colectivos que consideran que las medidas protectoras son insuficientes. Desde su legalización, la mina acumula dos recursos de reposición y una Proposición Non de Lei presentada por AGE en el Parlamento gallego que exige su parálisis, además de la revisión de la concesión por detectar irregularidades.

No vale con parches

Entre los colectivos que demandan la paralización de la explotación está también Salvemos Cabana, ya que entiende que es imprescindible un plan de conservación del yacimiento. Ante los daños ya causados, no valen medidas correctoras.

“Pretender ahora un borrón y cuenta nueva como hace la filial de Votorantim, tras haber alterado de manera irreparable las condiciones del entorno, y que unas decenas de metros de separación van a permitir que no se afecte a la integridad de Cova Eirós, es tan sólo un acto de cinismo cuando la realidad es que su tarea extractiva ha dificultado considerablemente la conservación de este yacimiento”, dice el colectivo.

Impacto en el Camino de Santiago

El otro hándicap de la explotación es que se levanta en un amplio tramo de la Ruta Francesa del Camino de Santiago. La licencia de explotación estableció que no se podría realizar actividad minera en el ámbito de protección del Camino, una exigencia del Comité Asesor, el órgano consultivo que vela por los intereses de la Ruta Xacobea.

El mismo informe reconocía que la cantera de Vilavella ya había provocado un fuerte impacto visual en las inmediaciones de la ruta, ya que es visible para los peregrinos que hacen el Camino de Santiago. Recuerda este punto Salvemos Cabana para concluir que el impacto visual sobre uno de los más espectaculares de todo el itinerario, es innegable y perjudica al prestigio y los intereses de la población de Triacastela y su área de influencia”.

Dos formas de desarrollo

“La opción más razonable es la cancelación de la licencia de autorización a la actividad extractiva, el cierre de operaciones en la cantera de Vilavella y una restauración eficiente del entorno”, prosigue el colectivo, que pone énfasis en el tesoro que supone el hallazgo de Cova de Eirós.

“A lo largo de la historia, la ocupación humana de los mismos espacios ha posibilitado un patrimonio de la memoria colectiva, un beneficio para las comunidades que tiene un carácter finito y no renovable y que por eso debe ser conservado por el interés de la sociedad en su conjunto”, concluye Salvemos Cabana.

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