De Sanbrandan a Ingapan: las grandes del pan gallego cambian de manos

Mientras que Ingapan está ya en manos de la catalana Europastry, el grupo del empresario coruñés García Martín negocia la adquisición de Sanbrandan

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Lugo y A Coruña acogen a las dos mayores empresas panaderas de Galicia: Ingapan e Ipasa, la dueña de la cadena Sanbrandan. Fundada por la familia Chousa, hace unas semanas que el 100% del capital de la primera pasó a manos de la catalana Europastry. La segunda negocia en estos momentos su posible venta al grupo del empresario coruñés Carlos García Martín, según aseguran a Economía Digital fuentes conocedoras de la operación. De materializarse el acuerdo, las dos compañías habrían cambiando de manos en poco más de un año. La facturación conjunta de los dos grupos se acerca a los 90 millones de euros.

En julio de 2017 el gigante alimentario de la familia catalana de los Gallés Gabarro se hizo con el 60% de Ingapan, líder del sector del pan en Galicia en cuanto a facturación y beneficios. La convivencia en el accionariado entre los propietarios originales, la familia Chousa, y Europastry se mantuvo hasta hace escasa semanas, cuando los socios mayoritarios se hicieron con el control absoluto de la compañía al comprar el 40% en manos de la saga empresarial lucense.

Negocios en ascenso

Lo cierto es que los números de Ingapan se mantienen al alza desde la entrada de Europastry en su accionariado. El pasado 2018, y según las cuentas depositadas ante el Registro Mercantil, Ingapan SLU –principal sociedad de Ingapan Corporación— facturó 56 millones de euros, frente a los 50 del ejercicio anterior (un 12% más). El resultado fue de 9,3 millones, frente a los 7,1 millones de 2017. Sus participadas (Hornos Salvaterra, Hornos Sanfiz o Ingapan Alta Cocina) también remataron el año con beneficios, dando muestra de la salud del grupo.

De los 56 millones facturados, 7 se relacionan con productos relacionados con el pan y la bollería, correspondiendo 48,9 millones con otros productos alimenticios (la compañía también se dedica al negocio de las masas congeladas). Aunque tiene presencia en el mercado internacional, 51 de los 56 millones ingresados proceden de operaciones en territorio español

Aunque ya sin presencia en el accionariado, la familia Chousa se mantiene por el momento en la gerencia de la compañía. 

Un plan para la nueva Ipasa

Por su parte, en A Coruña, Ipasa, la dueña de Sanbrandan, estaría muy cercana a cambiar de manos. Aunque desde la compañía con sede en el coruñés polígono de Agrela guardan silencio al respecto, distintas fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran a este medio que el grupo empresarial del hasta ahora prácticamente desconocido empresario Carlos García Martín habría llegado a un acuerdo para hacerse con la totalidad del grupo panadero (que cuenta, por cierto, con un accionariado muy atomizado). García Martín, empresario conocido en la ciudad por negocios relacionados con la hostelería y las ópticas, se hizo con la propiedad de la histórica marca de rótulos Feca-Neón el pasado septiembre. De hacerse con Ipasa, daría un salto de gigante en ránking empresarial coruñés ya que la compañía panadera factura casi 20 millones de euros y tiene una plantilla cercana a las 270 personas.

Siempre de acuerdo con las citadas fuentes, la intención de García Martín sería la de mantener todo el empleo actual tanto en la fábrica como en las cafeterías Sanbrandan, así como acometer un proceso de expansión centrado, en una primera fase, en la comunidad gallega y, especialmente, en Pontevedra. Precisamente, el grupo de García Martín querría explotar la ‘galleguidad’ de la marca, teniendo en cuenta que Ingapan está ya, al 100%, en manos de capital catalán.

Pérdidas en 2018

Aunque lejos de los números de Ingapan, la compañía presidida en la actualidad por Sofía López Regueira tiene una facturación que este año podría alcanzar los 20 millones de euros. La compañía cerró 2018 con una cifra de negocio de 19,1 millones de euros, récord de ventas. El ejercicio precedente los ingresos fueron de 17,9 millones. A pesar del aumento de ingresos, el grupo especializado en pan y empanadas artesanas congeladas incurrió en unas pérdidas de 88.000 euros, frente a los beneficios de 295.000 euros acuñados en 2017.

No obstante, en su memoria la compañía asegura que las pérdidas de 2018 se deben a circunstancias puntuales ya corregidas. “La tendencia en los futuros resultados de la empresa será un importante cambio al alza”, apuntan. En cuanto a la facturación, a cierre del pasado año la compañía indicaba que “la cifra de negocios se mantendría como consecuencia de la estabilidad del mercado”, indican.

 

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