Damm advierte que rebajar la quita es llevar a Pescanova a la liquidación

La cervecera niega que haya engañando a la banca y se compromete a seguir negociando

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Sigue la tormenta sobre Pescanova, que este miércoles durmió más cerca de la liquidación que de sacar adelante el convenio planteado por Damm y Luxempart. La negativa de los bancos, o de “parte de ellos”, matiza la cervecera, tendría como centro de gravedad la quita prevista en el convenio, que se sitúa en el 72%. Además de una rebaja en esta quita, las entidades financieras también habrían puesto pegas a que Damm y Luxempart tengan derecho de veto en la nueva Pescanova para dar entrada a nuevos accionistas en las filiales.

El rechazo del pool de acreedores se ha alimentado con quejas de engaños por parte de Damm y cambios sobre el convenio pactado. La cervecera de Demetrio Carceller niega la mayor. Asegura que siempre se ha negociado con la banca con el único objetivo de «garantizar la viabilidad de Pescanova». Pero también advierte que una quita inferior a la que asume el convenio, del 72% para la banca y 95% para los accionistas, condenaría a Pescanova a la liquidación. El mismo escenario que se abrió tras conocer el rechazo del pool a su propuesta.

La propuesta de la banca, según Damm

El objetivo de las entidades bancarias sería recuperar 1.000 millones de deuda, frente a los 700 que ofrece Carceller, con una quita inferior, que se situaría en el 60%. Estas condiciones son para Damm difícilmente asumibles ya que, a su juicio, condenaría a Pescanova a desaparecer en poco tiempo al no poder asumir tal volumen de deuda.

Aunque la cervecera defiende su actuación y seguirá negociando “hasta el final” con la banca para cerrar un acuerdo, lo cierto es que el pool de acreedores ya ha trasladado a Deloitte, el administrador concursal, sus intenciones. Si el juez decreta la liquidación por falta de acuerdo para aprobar la propuesta de convenio, que necesita el consenso del 51% de los créditos ordinarios, la banca tomará el control de la empresa. Se hará con los activos para después designar un socio industrial y un gestor para la compañía.

Las negociaciones no están rotas

“El convenio de Pescanova pretende buscar la viabilidad de la compañía y no dejar un volumen de deuda insostenible”, se defiende Damm, que explica que las negociaciones “no están rotas” y que se tratará de llegar a “un punto de equilibrio”.

Lo primero que hará será aclarar los “aspectos técnicos” que requirió el juez imponiendo un plazo de tres días. Y después seguirá negociando para sacar adelante el convenio y evitar la liquidación de Pescanova. No aclara, sin embargo, en qué puntos está dispuesta a ceder, toda vez que considera que la propuesta actual ya es «equlibrada» y que las peticiones de la banca van en contra de la viabilidad del proyecto.

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