Dimisiones en cadena amenazan a la Cámara de Comercio de Ourense

La directiva y varios vocales del pleno sopesan presentar la dimisión el próximo lunes ante la inviabilidad de la organización

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La reordenación de las Cámaras de Comercio en Galicia, en crisis desde que el Ejecutivo de Zapatero eliminó la cuota cameral obligatoria, tiene su próxima estación en Ourense. La corporación de derecho público adeuda seis nóminas a sus 14 trabajadores, los que quedan de una plantilla que llegó a superar la veintena. El futuro del organismo es de lo más incierto, pues no hay solución alguna sobre la mesa por parte de la Xunta ni de ninguna otra institución.

En este contexto, el comité ejecutivo de la Cámara así como buena parte de los vocales del pleno sopesan presentar su dimisión el próximo lunes, cuando se reúnen con el objetivo de analizar la delicada situación económica. Como no hay hoja de ruta para reflotar el organismo, el encuentro puede acabar en una dimisión en bloque que abocará a la corporación a una gestora.

Para ello deberían presentar la dimisión la mitad más uno del pleno, formado por 28 vocales. En ese caso, sería imposible conformar un gobierno cameral, por lo que la Xunta, como entidad tutelante, debería constituir una gestora para dar continuidad a la actividad.

«No podemos seguir así»

El presidente de la Cámara, Juan Carlos Parada Rúa, admite que esta posibilidad está sobre la mesa y que son varios vocales los que meditan dejar la institución. Aunque matiza que cada uno tomará su decisión, considera que el equipo directivo está unido y que en caso de que se produzcan las dimisiones, esto podría arrastrar al resto de cargos hacia una salida en bloque.

“No tendría sentido continuar así”, asegura Parada, que entiende que la situación actual deriva de un fracaso colectivo, pues no ha habido respuestas “ni de la administración ni de las empresas” para poder enderezar el rumbo. Sobre la posibilidad de encontrar una solución a última hora aseguró que “sería un milagro” y que él no confía en que ocurra. “Si no hay una solución por parte de las instituciones, la Cámara no es viable, no puede seguir tal y como está ahora”, afirma, añadiendo que las únicas deudas que tiene son con el personal.

El ocaso de las Cámaras

La caída de la Cámara de Ourense sería el último golpe en la reestructuración de las corporaciones en Galicia, afectadas por “el fin de la cuota cameral de Zapatero y la reforma posterior del PP, que empeoró lo que ya estaba mal”, apunta el presidente de la Cámara de Ourense.

Vigo, Pontevedra y Vilagarcía de Arousa se fusionaron el año pasado, la de Ferrol entró en liquidación y la de A Coruña asumió prestación de servicios en la ciudad departamental y en Lugo, donde la institución llegó a acumular un agujero de 5,3 millones. Actualmente, es la Confederación de Empresarios la que asume los servicios de la entidad, cuyos bienes fueron embargados.

Estas situaciones se repitieron por todo el Estado desde que las empresas dejaron de tener obligación de abonar la cuota. En el caso de Ourense, la corporación redactó un plan de viabilidad en 2014, pero acabó sufriendo enormes problemas de liquidez que la llevaron a perder programas y plantear la venta de las oficinas. La situación llega ahora a un punto de no retorno.

El comité ejecutivo está formado, además de por Juan Carlos Parada, por los vicepresidentes Antonio Villaverde y José Pérez Seara; el tesorero Manuel Maneiro; y los vocales Francisco Javier Soto, Santiago Ferreiro y José Vilarchao. 

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