Copasa, la más afectada por la arena que invade el AVE a la Meca

Además de encargarse de parte de los tramos afectados, la empresa ourensana tendrá que realizar el mantenimiento de la vía durante 12 años 

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No hay sensación de urgencia en el consorcio español que desarrolla el llamado AVE a la Meca, una infraestructura de 6.736 millones de euros, que en ciertas partes se encuentra sepultada por la arena del desierto. El problema, sobre el que incidió El Confidencial este lunes mostrando las imágenes de las vías sepultadas, estaba previsto y el consorcio tiene su propio catálogo de soluciones, si bien, en el pasado Copasa ya advirtió que era necesario un estudio global sobre el limpacto de la arena y su resolución en los tramos afectados.

La empresa ourensana es la que más se juega en que la solución al problema sea efectiva. Están afectados por la arena unos 60 kilómetros, un 15% de la infraestructura, que implementan la empresa de Villar Mir, OHL, y la propia Copasa. Pero además, la compañía gallega será junto a Renfe y Adif la encargada del mantenimiento de la vía durante los 12 años siguientes a la finalización de la obra.

Fuentes del consorcio explican que los tramos más castigados, que se repartieron por sorteo entre Copasa y OHL, son los de la empresa de Villar Mir, pero que se trata de un problema «testado y controlado desde el principio», que no impide el avance de las obras ni retrasa los plazos previstos.

Las soluciones activadas son la vía en placa y las barreras laterales, que deben implementar las dos constructoras. El ingeniero de la empresa gallega, Jaime Díaz, decía a El Pais este domingo que el dilema de la arena «se ha sobredimensionado» y que si las medidas adoptadas no bastan «se perfeccionarán». Copasa es la más interesada en que funcionen.

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