Colombia se ofrece a la construcción y a las TIC españolas para salir de la crisis

El país latinoamericano recluta a pymes con capacidad internacionalizadora para explorar las oportunidades de negocio de la zona

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El tratado de libre comercio con Estados Unidos, la necesidad de crear infraestructuras y una mayor innovación tecnológica, son algunos de los reclamos que utilizan los representantes de Colombia para captar la atención de los empresarios españoles e invertir en el país sudamericano.

Un territorio próximo en términos lingüísticos que puede suponer no sólo para las grandes multinacionales, algunas ya consolidadas en el territorio, sino también para las pequeñas y medianas empresas españolas, una gran oportunidad para explotar su capacidad productiva y salir antes de la crisis.

Compañías dedicadas al sector del ladrillo, telecomunicaciones, agrario, farmacéutico, textil o turístico son las que más oportunidades de desarrollo pueden encontrar en Colombia.

Por ello, la delegación dedicada a la promoción de turismo, inversión y exportaciones, Proexport Colombia, ha realizado en capitales de provincia como Madrid, Valencia y Barcelona un llamamiento para invertir e internacionalizarse en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla o Pereira.

Ventaja competitiva

La diferencia entre invertir en Colombia o cualquier otro país de América del Sud es, en palabras del director de Proexport en Madrid, Juan Gabriel Pérez, “la calidad de las materias primas, su gran capacidad exportadora y las ventajas fiscales”.

Colombia cuenta con un estilo de negocio basado en modelos de “zonas francas”. Un sistema en el que varias compañías dedicadas a un misma industria pueden formar un conglomerado sin necesidad de estar ubicadas a escasos metros de distancia.

“No es un espacio físico, el modelo se traslada a cada empresa”. A lo largo de todo el territorio colombiano hay 91 zonas francas cuyo mayor atractivo es un ahorro de impuestos del 15% respecto a los grupos empresariales que no funcionan bajo este procedimiento.

Sin embargo, “no es oro todo lo que reluce” y este tipo de empresas los requisitos de inversión y empleo son considerables: un mínimo de 1.400.000 euros y 500 empleos, de los cuales 150 tienen que ser directos. Cifras desmesuradas para las pymes españolas.

Empleados jóvenes

Gran parte de la población colombiana está en una franja de edad comprendida entre los 14 y los 40 años. Una realidad que permite a las empresas extranjeras que deciden expandirse hacia el otro lado del charco, en la actualidad 300 españolas, una mano de obra eficiente con una extensa vida laboral.

Los motores empresariales que se han instalado en Colombia destacan “el compromiso de la gente autóctona y la capacidad de esfuerzo de los trabajadores colombianos”, insiste Pérez, quien está en permanente contacto con los empresarios españoles que han migrado parte de su negocio.

El mayor ‘handicap’, la seguridad de la zona

Uno de los temas que más frena a los directivos españoles a romper fronteras hacia Colombia es la falta de seguridad que se le atribuye. Con la losa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) a sus espaldas, el país presidido por Juan Manuel Santos, continúa ofreciendo una imagen “peligrosa”para las empresas extranjeras.

No obstante, potentes multinacionales españolas como Telefónica, Aguas de Barcelona y el grupo editorial Planeta o Prisa han aprovechado las facilidades empresariales y se han abierto camino en este incipiente mercado de Hispanoamérica.

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