Carrefour premió la innovación de la empresa del jamón podrido

Un cuestionado producto de Comapa, distribuidor de ibéricos involucrado en múltiples tramas de jamones, fue premiado por Carrefour en 2016

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Hasta hace un tiempo, Comapa estaba en el epicentro de la trama del jamón ibérico, que también afectó a Carrefour, pues era su principal proveedor. Luego, fue imputada en la investigación del jamón podrido o caducado. Y ahora, informaciones de factura reciente han elevado su mote a «la empresa de las tramas del jamón«, porque no han sido solo uno o dos los engaños de este gigante del sector cárnico. La compañía también vende jamones de cerdos polacos sin informar a los consumidores y miente sobre el proceso de curación de sus productos, como ha informado Economía Digital en las últimas semanas.

Pero antes de que la reputación de Comapa –con sede en Madrid– comenzara a desfallecer por los múltiples escándalos en los que se ha visto envuelta en los últimos años, la empresa vivió una suerte de «época de oro». Incluso fue premiada en 2016 por Carrefour, la cadena de supermercados de la que se convirtió en el principal proveedor de ibéricos y de la mano de la que demostró un notable crecimiento entre 2012 y 2017, el lustro de gloria de la cárnica que acabó el ejercicio 2017 con una facturación superior a los 450 millones de euros.

Desde el año 2015, la multinacional francesa de distribución con gran presencia en España celebra la entrega de los «Premios Innovación Carrefour«, que justifica dentro de su «compromiso con el esfuerzo de los fabricantes por crear nuevos productos que puedan adaptarse a las diferentes preferencias y necesidades de cada uno de nuestros clientes». En la segunda edición de los galardones, una de las más de 70 marcas de cárnicos curados de Comapa se llevó a casa uno de estos premios, y lo utilizó como método de marketing en las redes sociales.

Se trata de la marca Supréme de Antaño, que fue premiada por Carrefour en la categoría de innovación en cárnicos, pescados y preparados refrigerados, por su gama de loncheados curados ultrafinos que en su momento se vendían a 1,99 euros la unidad en la cadena de supermercados. Esta marca es una suerte de filial de Ibéricos de Antaño, una de las empresas de Comapa, que vende distintos jamones utilizando la palabra «antaño». Curiosamente, la marca Antaño fue una de las que inspiró la investigación del jamón ibérico, a finales de 2017.

Durante la entrega de los premios, David Álvarez Fra recogió la estatuilla en representación de Comapa. Este es uno de los directivos de la empresa a los que Vall Companys echó en abril pasado, cuando se impuso en el consejo después de prestar 141 millones para sanear sus cuentas y prepararse para un preconcurso de acreedores. Álvarez Fra, que también aparece en varios vídeos de Comapa en Youtube, nunca ha estado vinculado oficialmente al grupo, pero en la práctica era gerente comercial de la empresa, y así consta en un documento de Vall Companys al que tuvo acceso este medio.

Los jamones Sierra Alpujarra, denunciados por contener gusanos, en Carrefour.
Los jamones Sierra Alpujarra de Comapa, denunciados por contener gusanos, en Carrefour.

El pasado oscuro del jamón de Comapa premiado por Carrefour

Las alarmas saltaron cuando Carrefour empezó a vender jamones ibéricos enteros de la marca Antaño por un precio de 195 euros, algo sencillamente imposible según reconocieron entonces fuentes del sector, que en ese momento no conseguían vender lo mismo por menos de 250 euros. Contra lo que establece la ley europea, este producto no decía lo que Comapa se vio obligada a admitir tiempo después: eran jamones congelados que no se apegaban al proceso de curación de ibéricos, algo que no se especificaba en el etiquetado.

Comapa estaba realmente innovando, pero quizás no de la forma por la que Carrefour pretendía premiar a sus proveedores. Lo cierto es que el galardón que recogió David Álvarez Fra –hermano de Jaime Álvarez Fra, ex consejero delegado también cesado en abril por Vall Companys, que en su lugar puso a un hombre de confianza– se enmarca dentro de esa «época de oro» de Comapa en Carrefour, una relación que empezó en 2012 y que en su punto más alto dio a la cuestionada cárnica un posicionamiento del 80% en los lineales de la cadena de supermercados, según fuentes del sector.

Ahora, la representación de los productos de Comapa en las tiendas de Carrefour ha caído hasta un 25% o un 30%, según las mismas fuentes, una rebaja que coincide con el control de Vall Companys sobre la empresa y que tiene como antecedentes al menos dos grandes polémicas que la involucran. Y es que después del fraude del falso ibérico, de cuya investigación formaron parte algunos jamones de Comapa, vino el escándalo de la carne podrida y caducada, investigado por juzgados de Valencia y Extremadura, que también han imputado al grupo.

Como explicó este medio en 2018, la estrecha relación entre Carrefour y Comapa echó raíces cuando Jacinto Galán fue nombrado jefe de charcutería y quesos en Carrefour, en 2012. Tan temprano como 2014 se han tenido sospechas sobre los jamones de bellota low cost que vende Carrefour a precios que no tienen igual en el mercado, y cuando la Guardia Civil empezó a investigar la situación el nombre de Comapa empezó a saltar. Ya como socio de Carrefour, la facturación del distribuidor pasó de 250 millones de euros en 2015, a casi 340 millones en 2016, hasta los más de 450 millones de 2017.

Jamón Trevedul, fabricado por Comapa, a la venta en un supermercado Consum
Jamón Trevedul, fabricado por Comapa, a la venta en un supermercado Consum

Los nuevos escándalos de Comapa

Comapa volvió al punto de mira este verano, cuando fue denunciada por hacer pasar cerdos polacos como jamones de Granada. Ello dio pie a una serie de publicaciones en este medio que han revelado anomalías importantes en dos de las marcas de la empresa: Trevedul (a la venta en Ahorramás, Makro, Consum y Eroski) y Sierra Alpujarra (comercializado en Carrefour). La primera, por venderse como un jamón de Trevélez sin acogerse a la normativa de esa IGP; y la segunda, porque ha disparado una serie de intimidaciones a los jamoneros de la Alpujarra por el uso de ese nombre.

Todo eso, valga la pena recordar, en un contexto en el que la empresa está en preconcurso de acreedores por sus múltiples deudas y problemas financieros, y mientras Vall Companys controla todos sus movimientos. El gigante cárnico catalán ha rechazado brindar declaraciones sobre estos escándalos de Comapa y se ha limitado a decir que «la voluntad de la nueva dirección es la de corregir las anteriores prácticas comerciales e implementar nuevos estándares mercantiles de acuerdo con la realidad del sector».

Este viernes trascendió que Comapa borró todo rastro de Trevedul, una de sus marcas cuestionadas por su nombre similar al del Jamón de Trevélez (protegido por una IGP), que se elabora tirando de cerdos criados y sacrificados en Polonia, y que se promociona como el producto de un proceso de curación específico que no es el verdadero, pues viene de un secadero que no está en la zona que la empresa dice curar estos jamones y que tampoco está a la altura que requiere este tipo de jamón para salir al mercado bajo esa denominación.

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