Calvo confía en resolver el contencioso que lo llevó a hipotecar su marca

El grupo y sus asesores creen que el conflicto con Aduanas por supuestas irregularidades en las importaciones de El Salvador no le generará ningún “quebranto patrimonial”

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El grupo Calvo capea la crisis. El buen comportamiento del mercado americano, especialmente Centroamérica y Sudámérica, así como la recuperación de enclaves europeos le permiten continuar aumentando su cifra de negocio. En los seis primeros meses de 2013 incrementó sus ventas hasta los 377 millones de euros, un 23,2% más que en el mismo período del año anterior.

La compañía conservera cerró el 2012 con una cifra de negocio de 640,8 millones de euros y un resultado de explotación de 30,36 millones de euros frente a los 27,7 de un año antes. Sin embargo, el gigante con sede en Carballo también tiene contratiempos, uno de los principales está relacionado con Aduanas y tiene su epicentro en El Salvador.

Sin provisiones en sus cuentas
 

El grupo mantiene una batalla legal con Aduanas por presuntas irregularidades en sus importaciones de El Salvador que la llevó incluso a hipotecar su marca como garantía ante posibes sanciones. Con todo, tanto la compañía como sus asesores externos prevén que el proceso judicial en marcha “sea favorable a los intereses del grupo” y no genere “quebranto patrimonial alguno”, motivo por el que a finales del año pasado no habían provisionado en sus cuentas ninguna partida específica por este concepto.

El conflicto con Aduanas se remonta a los ejercicios 2009, 2010 y 2011. Las autoridades en la materia realizaron una serie de comprobaciones parciales en relación a las importaciones de atún procedentes del país americano realizadas por las sociedades del grupo entre 2007 y 2009, según se recoge en su propia memoria anual. Las autoridades “al entender que no se había dado cumplimiento a determinados requisitos que daban lugar al acogimiento al sistema de preferencias arancelarias realizaron una serie de liquidaciones por importe de 18,9 millones de euros en concepto de derechos arancelarios no liquidados, impuestos sobre el valor añadido e intereses de demora”.

En los juzgados

Sin embargo, en junio del año pasado, la Audiencia Nacional declaró improcedente parte de las liquidaciones presentadas por importe de 816.000 euros. Este hecho dio azos a la conservera que, a cierre del pasado ejercicio recurrió en distintas instancias las liquidaciones que le exige Aduanas. Las esperanzas de la sociedad en no tener que pagar dicha cantidad la han llevado a no provisionar partidas para tal fin en sus cuentas.

Sin embargo, y mientras no se produzca la resolución de los recursos presentados, el grupo tiene depositados avales bancarios e incluso mantiene hipotecada la marca Calvo por un importe conjunto de 29,5 millones de euros.

Nostromo, la filial italiana

No es este el único contencioso del grupo según su memoria correspondientes al último ejercicio. En 2010, las autoridades fiscales italianas comunicaron a la filial Nostromo el inicio de inspecciones relacionadas con la liquidación de impuestos entre 2005 y 2009. Finalizadas las indagaciones, el pasado año el fisco le reclamaba 308.000 euros, aunque la participada ha interpuesto un recurso en el que solicita la cancelación del expediente.

También durante el año pasado, las autoridades tributarias de Cabo Verde comunicaron a Calvopesca Atlántico SA el inicio de actuaciones inspectoras relativas a tasas e impuestos de dicho país. El grupo provisionó 900.000 euros por este motivo.

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