Bronca de los auditores a Alcoa por las ventas de A Coruña y Avilés

PwC regaña a Alcoa por no provisionar, como obliga la normativa, el millonario apoyo financiero y los compromisos que facilitaron la venta de las plantas

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A estas alturas, Alcoa es capaz de montar un circo y le crecerán los enanos. A todos los frentes abiertos que tiene la compañía de Pensilvania con la planta de aluminio de San Cibrao se unen unos antecedentes que comienzan a tomar forma con luz y taquígrafos. Son los procesos de venta de las fábricas de A Coruña y Avilés, sobre los que los propios auditores de la compañía arrojan certezas en forma de salvedades y reparos.

El informe de auditoría de Alcoa Inespal, que es la propietaria directa de Aluminio Español SLU, Alúmina Española SA, y antes lo fue también de Alcoa Inespal A Coruña y Alcoa Inespal Avilés, deja muy claro lo que opinan los chicos de PwC (PricewaterhouseCoopers) sobre el proceso de venta de las dos últimas fábricas. El informe, al que ha tenido acceso Economía Digital, está fechado en diciembre de 2019 y lo firma el auditor Jorge Ruano Pavón.  

Una auditoría con salvedades

Las salvedades que apuntan los auditores a las cuentas de Alcoa Inespal apuntan directamente a los procesos de venta de A Coruña y Avilés y a la falta de provisiones realizadas, en contra de lo que dice la normativa contable, aseguran, lo que altera directamente el balance y la cuenta de resultados. De haber contabilizado las provisiones, por un lado, Alcoa debería haber incrementado su pasivo, es decir, lo que debe, y a la vez minorar el resultado obtenido en el ejercicio.

Los auditores reconstruyen el proceso, que arranca en octubre de 2018, cuando el grupo inició una reestructuración que afectaba a ambas sociedades y que, finalmente, acabó en la venta de ambas a Parter Capital en julio de 2019. «Como consecuencia de dicho proceso de reestructuración y de los resultados de ejercicios anteriores, a 31 de octubre de 2018 las dos sociedades participadas se encontraban en situación de desequilibrio patrimonial respecto al cual Alcoa Inespal manifestó su apoyo financiero mientras que ambas sociedades permanecieran en el grupo», recuerda PwC.

El dinero para la venta

Este apoyo financiero, prosiguen los auditores, se materializó finalmente durante el mes de junio de 2019 con sendas aportaciones efectuadas por un importe total de 106 millones de euros. Unos 58 millones fueron aportados a Alcoa Inespal Avilés y otros 48 millones de euros se inyectaron a Alcoa Inespal Coruña, «si bien no ha sido provisionado a 31 de octubre de 2018, tal y como requiere la normativa contable aplicable», señalan en la salvedad los auditores.

«Asimismo», advierten, «a dicha fecha Alcoa Inespal no había dotado provisión alguna por los compromisos adicionales a satisfacer que habrían sido necesarios para que ambas sociedades continuaran operando bajo el principio de empresa en funcionamiento, conforme a las circunstancias existentes al cierre del ejercicio 2018 en las sociedades participadas, cuyo importe no nos ha sido posible determinar de forma objetiva«, aclara PwC.

Alteración del resultado y el balance

¿Consecuencia de todo ello? Pues los mismos auditores lo dicen en su informe: el pasivo de Alcoa Inespal y el resultado del ejercicio finalizado el 31 de octubre de 2018 deberían aumentar y disminuir, respectivamente, al menos, en los importes indicados, es decir, en esos 106 millones de euros.

Alcoa formuló sus cuentas en octubre de 2019, las correspondientes al ejercicio de 2018, pero lo hizo cuando ya se había formalizado la venta de A Coruña y Avilés a Parter, y se habían inyectado esos fondos que no aparecen reflejados en las provisiones y que despertaron los recelos de los auditores.

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