Barreras hace equilibrios para pagar la deuda y construir el buque de Pemex

El astillero hipoteca sus instalaciones como garantía ante las administraciones públicas y firma un nuevo crédito de 130 millones para financiar el flotel

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El astillero vigués Hijos de J. Barreras dejó atrás definitivamente el concurso de acreedores el 10 de octubre del año pasado, una vez que el juzgado dio por cumplido el convenio y ninguno de los acreedores, que aceptaron un 80% de quita en 2012, presentaron quejas en el periodo de alegaciones. La empresa, que construye el buque de la petrolera mexicana Pemex, el principal accionista con un 51% del astillero, consideraba que era la mejor situación para optar a nuevos contratos, que, por el momento, no han llegado. Pero a cambio de zanjar la suspensión de pagos y encauzar la construcción del flotel, Barreras tuvo que exponer ante entidades financieras y administraciones amplias garantías.

De entrada, el astillero dejó en depósitos bancarios algo más de 5 millones de euros para hacer frente a los pagos de deuda pendientes. A lo largo de 2014 cumplió con los compromisos del convenio, lo que implicó un desembolso de 9,5 millones, que fueron a parar a las arcas de los acreedores. A cierre de ejercicio, la deuda concursal de Barreras se había reducido de los 25,9 millones con los que arrancó 2013 a 2,9 millones, al restarse también un pago de 5,8 millones realizado en 2013.

Terrenos e instalaciones hipotecadas

Hasta aquí no hubo que hacer grandes cabriolas, más allá de la garantía establecida por el propio depósito millonario. Pero Barreras tenía que afrontar también la deuda con las administraciones públicas, que a comienzos de 2015 quedó reducida a 2,06 millones. Tras varios aplazamientos, el astillero que preside José García Costas hubo de establecer como garantía una hipoteca sobre sus instalaciones en el terreno de su concesión en el Puerto de Vigo.

La hipoteca se estableció por un importe máximo de 8,8 millones, sobre un valor total de las construcciones de 17,3 millones según tasación.

Nuevo crédito

El esfuerzo mereció la pena. Con el cargo del dueño, Pemex, en el bolsillo, Barreras alcanzó en su primer año real de actividad tras el concurso los 43,5 millones de facturación, para cerrar con un resultado de explotación positivo de 3,2 millones. Por primera vez en muchos años, el astillero fue rentable. La plantilla media de la empresa se situó en los 115 trabajadores a lo largo del año.

Pero, para conseguir esto, Barreras tuvo que suscribir un nuevo crédito que garantizase la financiación del flotel y que ascendió a 130 millones de euros, con un interés del 10%. La sociedad está pendiente de que se le conceda la subvención regulada del Ministerio de Industria para rebajar al 9% dicho interés, lo que rebajaría el coste en 10,5 millones.

La memoria anual de la empresa recoge además una aportación «de dos socios», sin especificar quienes, de dos millones de euros. El accionariado del grupo está formado por PMI Holdings, filial holandesa de Pemex, con un 51%, Albacora, con un 24,5%; Baliño, con un 12,2%; y Electromecánica Naval, de García Costas, con un 12,4%. 

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