Barreras contrata a empresas de su presidente para los encargos de Pemex

La firma naval eleva a 200.000 euros los avales que pide a los proveedores que quieran trabajar en el flotel para la petrolera mexicana

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El astillero Hijos de J. Barreras ha encargado la realización de diferentes instalaciones y sustituciones de cableado en la planta de construcción naval viguesa a una empresa del sector que es propiedad de su actual presidente. Electromecánica Naval e Industrial, S.A. está controlada por el empresario José García Costas, quien posee acciones en ambas compañías, y comparte la gestión y propiedad de ambas firmas del sector naval, aunque con socios distintos. En ambas es presidente, consejero y apoderado. De Hijos de J. Barreras, con un 51% en manos de la petrolera Pemex, posee el 24,5%, al igual que el presidente de Albacora, Ignacio Lachada.

Emenasa está modernizando parte de las conducciones y conexiones eléctricas de la factoría, como complemento a la renovación de las instalaciones que se está haciendo en el interior y en las fachadas de las naves industriales. En términos industriales, el astillero vigués, en paralelo, ha comenzado a coger casi la velocidad de crucero en el montaje de uno de los dos floteles (buques especiales para el transporte y alojamiento de trabajadores de las plataformas petrolíferas en alta mar) que fueron adjudicados a final de año por Pemex al sector naval gallego. El otro está en construcción en Navantia-Ferrol.

Grupo empresarial

La compañía de instalaciones eléctricas contratada por H.J. Barreras forma parte (en realidad, lidera) un grupo de empresas del sector de construcción naval que son propiedad del conocido empresario gallego y que están especializadas en distintos campos. Constituida en 1956, y bastante acreditada en el sector, es probablemente la joya de la corona más preciada del grupo García Costas, el cual despliega sus actividades profesionales en servicios de hidráulica, electricidad, ingeniería, diseño, propulsión y motorizaciones, entre otras. Su conglomerado empresarial también trasciende estas fronteras y dispone de intereses en el mundo de las ferias y exposiciones y en el de náutica recreativa.

Fuentes consultadas por este medio dijeron que el volumen de trabajo adjudicado por H.J. Barreras a la empresa de electricidad naval de García Costas no es excesivamente relevante en este momento, en comparación con las tareas de otras firmas auxiliares del astillero, pero que presuntivamente sí lo será cuando corresponda realizar todo el cableado eléctrico del flotel mexicano. Eso ocurrirá, según la misma versión, una vez que la nave esté fuera de la grada y a flote. En este momento trabajan en el buque de alojamiento de Pemex, además de la plantilla propia del astillero, compuesta por 113 personas, menos de una decena de empresas proveedoras, una cifra que, en plena explosión de trabajo llegará a rondar la veintena.

Subcontratas

El anillo de proveedores de H.J. Barreras, que no ha alcanzado ni por asomo la magnitud del año 2011 –paradójicamente, llegó a su máximo esplendor sólo unos pocos meses antes de que se presentase el concurso de acreedores (del que salió con una quita del 80% de las deudas)- está en este momento sometido a unas fuertes restricciones para poder acceder a contratar trabajos del flotel encargado por el gigante energético. La dirección de la firma naval mantiene la postura de exigir fuertes avales en función del volumen económico de la obra subcontratada. En este momento, según pudo saber Economía Digital, se ha situado en 200.000 euros, para encargos de, al menos, un millón de euros. Hace unos meses, el listón estaba situado en 100.000 euros.

Evitar quiebras

En este sentido, la dirección de la factoría y el comité de empresa coinciden plenamente en considerar que este requisito es ventajoso para evitar nuevos descalabros financieros, tanto al propio astillero como a las mismas auxiliares colaboradoras. Esta medida de precaución interna se ha acompañado de otras, como la exigencia a sus contratistas de un estricto cumplimiento del convenio colectivo del sector naval de la provincia de Pontevedra.

Otras fuentes sindicales del sector naval consultadas por este medio dijeron desconocer si Emenasa había tenido que pasar por el filtro de los avales, si bien por la entidad de la obra encargada podría haber estado exenta de tal calificación previa. Sin embargo, en esta misma línea argumental, la versión sindical se pronunció en contra de aceptar que otras empresas del grupo de García Costas no tengan obligatoriamente que presentar avales para contratar trabajos importantes, rechazando de plano que pueda permitirse un doble rasero entre firmas auxiliares.

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