Autoestradas de Galicia, el otro filón de la concesionaria de la AP-9

La filial de Itínere que gestiona las autopistas de A Coruña-Carballo y Puxeiros-Val Miñor, de la Xunta, logra un beneficio de explotación de 5,3 millones

Autoestradas de Galicia gestiona en régimen de concesión la autopista AG-57, entre Puxeiros y Baiona

Autoestradas de Galicia gestiona en régimen de concesión la autopista AG-57, entre Puxeiros y Baiona

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Las dos hermanas menores de la Autopista del Atlántico también son un buen negocio para el Grupo Itínere, que explota desde Bilbao en régimen concesional las tres vías. Salvando las distancias, las autopistas de peaje A Coruña-Carballo (AG-55) y Puxeiros-Val Miñor (AG-57), ambas de titularidad de la Xunta, están integradas en Autoestradas de Galicia, y llevan años ganando dinero.

Con una cifra de negocio prácticamente invariable, que se sitúa en los dos últimos años algo por encima de los 13,2 millones de euros,  básicamente ingresos por peaje, los beneficios de explotación que presenta Autoestradas de Galicia alcanzaron en 2016 los 5,3 millones, con un sensible descenso sobre los 6,1 millones del ejercicio precedente. El beneficio neto se quedó en 3,8 millones (4,2 millones en 2015).

Abultado margen

El nivel de beneficio de explotación que presenta Autoestradas de Galicia, previo al servicio de la deuda y a afrontar las cargas fiscales, principalmente el Impuesto de Sociedades, muestra que de cada cien euros que ingresa la compañía, unos cuarenta euros son ganancias. En sueldos y cargas sociales se deja 1,3 millones de euros, para una plantilla media de 55 trabajadores el último año.

Los ingresos de peaje que presenta Autoestadas de Galicia fueron ligeramente inferiores en 2016 respecto al ejercicio anterior (con un descenso del 0,3%). «Esta situación», explica la compañía, «ha sido principalmente consecuencia de la desaparición a partir del mes de julio de 2015, de los ingresos mínimos garantizados por la Xunta de Galicia, que estaban establecidos en el convenio para la construcción de los nuevos enlaces en la AG-57, y que se habían venido percibiendo desde el año 2010». En febrero de 2045 finaliza la concesión.

Sin inversiones

Frente a esta evolución, la compañía que gestiona las dos autopistas apenas realiza inversiones. Y lo reconoce. En 2016 se realizaron actuaciones de reposición y gran reparación en los viales, por importe de 138.000 mil euros, «plasmadas fundamentalmente en obras de refuerzo de firmes, de acuerdo con el programa de mantenimiento de la sociedad», se justifican.

De los 3,8 millones que presentó de beneficio Autoestradas de Galicia, sus accionistas decidieron dedicar a dividendos unos 3,4 millones, que fue lo que se llevó Itínere. La compañía apura a explicar que los importes abonados a las distintas Administraciones públicas en concepto de tributos que alcanzaron la cifra de 6,4 millones.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp