Audasa se pone las pilas e invierte 48 millones para ampliar la AP-9

La concesionaria da un acelerón al proyecto mientras libra una batalla con la Xunta por la calidad de su servicio

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Audasa está empezando a acelerar los tiempos para la comprometida ampliación de la AP-9 en el puente de Rande y la circunvalación de Santiago, anticipando un total de 47,9 millones de euros para costear antes de final de año los estudios y proyectos, pagar expropiaciones, la reposición de los servicios, la propia ejecución de los primeros tramos, así como la dirección de las obras, los gastos generales, de administración y los financieros. La factura del aumento de capacidad de la principal autopista gallega de peaje se eleva en su totalidad a algo menos de 300 millones de euros, con un plazo de ejecución inicialmente previsto de 36 meses.

Este cuadro de inversiones tiene su origen en el convenio firmado en el año 2011 entre la concesionaria y la Administración General del Estado para la mejora de la autopista. Este acuerdo se ha repetido en esencia en 2014, en la detallada información enviada por la empresa a la CNMV y a las agencias especializadas y bancos colocadores de su emisión de obligaciones por valor de 400 millones de euros celebrada en marzo pasado. Audasa obtuvo con deuda corporativa los recursos suficientes para promover las obras, cuyo desafío principal será ampliar el tablero del puente de Rande, a 50 metros de altura sobre la ría de Vigo, con dos carriles suplementarios más.

22,7 millones en 2017

Según su hoja de ruta, en el bienio 2015-2016 ya cuenta con destinar otros dos grandes paquetes de 112,4 y 111,9 millones de euros, respectivamente. El desembolso concluirá con un último bloque de 22,4 millones de euros un año más tarde, en 2017, coincidiendo con la finalización de las obras. En los primeros 47,9 millones de euros que Audasa prevé invertir este mismo año en la AP-9, se incluyen, además de los propios gastos de los trabajos, una partida de 12,8 millones de euros correspondientes a la primera amortización de las obligaciones empleadas para obtener financiación externa y liquidez a la hora de afrontar el proyecto. Los primeros cupones se pagarán a los acreedores el próximo 15 de diciembre.

El citado convenio entre el Ministerio de Fomento y Audasa, según figura en el documento entregado en la CNMV, establece que la firma coruñesa construirá, conservará y explotará las obras que objeto de la ampliación enteramente a su cargo. Como sistema de compensación por la inversión, se establece “un incremento extraordinario de tarifas del 1% anual acumulativo (sin contar el incremento referenciado al IPC) a partir del año siguiente a aquel en que finalicen las obras y hasta que se alcance el equilibrio concesional”. Esta fórmula está blindada legalmente en términos genéricos, pero de forma más minuciosa para las autopistas de peaje.

Máxima austeridad

Audasa prevé invertir a lo largo de 2014, al margen de los 47,9 millones de euros en el proyecto –desdoblados, a su vez, en la propia obra y en los intereses del 4,75% generados al final de año por cada cupón– otros 2,89 millones en obras de reposición y mantenimiento. Estas actuaciones obedecen a programas de reasfaltado de tramos, reparación de estructuras, barreras de señalización y balizamiento e instalaciones. La extrema austeridad está caracterizando, precisamente, las dotaciones presupuestarias de la concesionaria de los últimos años. En estos apartados se gastó en 2013 un total de 1,5 millones de euros. En 2014, al menos, será casi el doble.

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