El salto de Europrecis Galicia: de la piedra a la aeronáutica

La firma acaricia los tres millones en ingresos tras hacerse fuerte en el motor y la aeronáutica y dejar su sello al segundo mayor acelerador de partículas

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De cooperativa de trabajadores dedicados a la industria de la piedra a un grupo que extiende su cartera de clientes entre la automoción, el naval e incluso la aeronáutico. Es la historia de Europrecis Galicia, empresa fundada hace 39 años y que desde su sede de Coruxo (Vigo) ha logrado diversificar su actividad y gestionar una oleada de encargos que le han permitido ampliar su plantilla hasta casi el medio centenar de trabajadores.

La compañía ya roza los tres millones de euros de facturación (su cifra de negocio ascendió a 2,8 millones en 2018) y forma parte de la Unión de Empresas Gallegas de Aeronáutica (Udega). Se trata de una alianza con otras seis empresas gallegas (Hispamoldes, Matricería Galega, Utingal, Thune Eureka, Tromosa y Diseño e Modelado de Superficies) que en los últimos años se ha hecho fuerte con contratos para Boeing (fabricaron elementos de fibra carbono y composite para el fuselaje y el timón de cola de sus aeronaves).

La firma capitaneada por Miguel Ángel González es la primera empresa española en fabricación de maquinas de mecanizados y, además del diseño y fabricación de utillajes para el automóvil, la compañía también abarca otras actividades como la calderería, el mecanizado de piezas o la fabricación de moldes con alta precisión.

Sello gallego al acelerador de partículas

Europrecis Galicia no solo pone el sello gallego en los aviones de Boeing, Airbus o Embraer a través de Udega. La compañía también ha participado en el proyecto del segundo acelerador de partículas más grande de todo el mundo. En concreto, Europrecis Galicia ha sido la encargada de desarrollar, junto a investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela, la Universidade de Vigo, Quantum Innovative y Bargfleth Vigo el detector Califa (calorímetro para la detección en vuelo de rayos gamma y partículas cargadas con alta energía).

Construido en Galicia y con un coste cercano a los 8,5 millones de euros, el dispositivo ha sido instalado en 2019 en el experimento R3B del acelerador FAIR en la ciudad alemana de Darmstadt. Se trata de un macroproyecto impulsado por la Comisión Europea y que lleva aparejada una inversión de 1.500 millones de euros.

Y es que la compañía ha logrado consolidarse como una empresa puntera en materia tecnológica gracias a la apuesta que viene realizando los últimos años en materia de industria 4.0 para hacerse fuerte en el sector aeronáutico. Europrecis Galicia está embarcada en un proyecto para mejorar los procesos de producción para la industrialización de piezas avionables en Galicia con el desarrollo de herramientas virtuales que reduzcan el tiempo y el coste empleado por la empresa.

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