Así transformará Manuel Jove el pulmón de Ciudad de México

Inveravante y BBVA culminan la primera fase del centro de transferencia modal de Chapultepec, un proyecto de 240 millones que incluirá una torre de 39 pisos

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En mayo de 2015, hace casi tres años, un operativo coordinado por el gobierno de Ciudad de México desalojó a centenares de vendedores ambulantes que, desde hacía dos décadas, ocupaban los aledaños del metro con puestos de ropa, comida, aparatos electrónicos o películas y discos pirata. Las cifras trasladadas por las autoridades hablaban de 600 vendedores desplazados y 45 camiones de basura repletos tras la limpieza del espacio público y el desmantelamiento de los puestos.

Ese fue el pistoletazo de salida para la construcción de la nueva Cetram, el centro de transferencia modal de Chapultepec, un intercambiador de transportes que se adjudicaron Inveravante, el grupo de Manuel Jove, y BBVA Bancomer, socios en Grupo Desarrollo Urbanístico Chapultepec. Además de levantar el complejo, los aliados se quedan con 44 años de concesión para la explotación del centro de transportes, un modelo de conectividad que se ha extendido por el país azteca, que cuenta incluso con un área específica en la materia, la Coordinación General de Centros de Transferencia Modal (Cocetram).

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Proyecto urbanístico y de movilidad para Chapultepec

El proyecto es algo más que una infraestructura de movilidad. Está presupuestado en 240 millones de euros e incluye la construcción de un hotel de siete plantas, una torre de oficinas de 39 pisos, un aparcamiento subterráneo de siete niveles y una amplia zona comercial, según la descripción que hizo pública el Gobierno de la ciudad.

Es una transformación urbanística en toda regla en una de las zonas más emblemáticas del antiguo México D.F., algo más de 30.000 metros cuadrados entre las delegaciones de Cuahtémoc y Miguel Hidalgo, lindando con el turístico bosque de Chapultepec, uno de los mayores pulmones urbanos de Latinoamérica. De hecho, el llamado Consejo del Bosque, que vela por preservar el espacio, fue uno de los actores que dio el visto bueno a las obras tras asegurarse de que no tendría impacto sobre el espacio natural. Al contrario, el Gobierno asegura en la exposición del proyecto que mejorará la calidad del aire de la zona, uno de las necesidades que justifican la inversión.

INTERCAMBIADOR Y TORRE OFICINAS

Proyecto para el intercambiador y la torre de oficinas

Los socios prácticamente han culminado la primera fase de las obras, que pretenden armonizar las más de 600 hectáreas de verde y lagos artificiales del bosque con una zona de enorme trasiego por el transporte público y por la proximidad a la circunvalación que rodea la ciudad (Circuito Interior). En esta primera actuación, la más corta con una duración estimada de cuatro meses, se trataba de modernizar la Cetram con la construcción de un área de transferencia provisional.

Es la parte que precede a la construcción del complejo de transportes, un desarrollo de dos años que incluirá, además del equipamiento propio de la infraestructura, la mejora del espacio público adyacente, la incorporación de un aparcamiento para 200 bicicletas, la conexión con el metro y la recuperación de una vía peatonal que ahora ocupa la estación de autobuses, según relata el consistorio.

La tercera fase, otros 20 meses de pico y pala, conllevará el desarrollo comercial e inmobiliario, con el hotel y la torre de oficinas.

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