Así se destapó la estafa de la tesorera de Autopistas del Atlántico

Fueron los servicios antiblanqueo de Abanca quienes alertaron a Audasa de irregularidades en los pagos y transferencias de la extesorera, ahora en prisión

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Una llamada telefónica antes que la auditoría interna. Así se destapó un fraude que podría alcanzar los 1,7 millones, según fuentes de la investigación, por el que está en prisión sin fianza la que hasta enero fue la tesorera de Autopistas del Atlántico (Audasa). De acuerdo con los testimonios de los testigos recogidos en la causa, fue un empleado de Abanca, donde la concesionaria de la AP-9 tiene varias cuentas corrientes, quien avisó al departamento de administración de irregularidades en una serie de transferencias realizadas por la ya extesorera.

De acuerdo con lo expuesto por algunos de los testigos de la propia compañía, citados a declarar en la causa que sigue el Juzgado de Instrucción número ocho de A Coruña, «fue un empleado de Abanca quien llamó» a los responsables de administración de la filial de Itínere, «informando de movimientos sospechosos en la cuenta de Audasa con destino a otra de Ibercaja». «En realidad», explicaron al juez, «se trataba de tres cuentas, dos de Autopistas del Atlántico y otra de Autoestradas de Galicia, desde las que había movimientos a las cuentas de Ibercaja», que presuntamente manejaba la extesorera a título particular.

Sin rastro en la contabilidad

«A raíz de esta información», continúa el relato de uno de los testigos, M.E.P.M, que era la responsable de administración de Audasa, puesto que dejó un mes después de la salida de la acusada de la compañía, «se abrió una investigación interna en la empresa para ver qué había pasado, ya que en la contabilidad no había nada raro que hiciera sospechar».

Los movimientos de la extesorera, I.C.M., acusada de un delito continuado de estafa, de especial gravedad por su cuantía, de otro falsedad documental y por blanqueo, se realizaron en la operativa de control y gestión de pagos de seguros que realizaba Autopistas del Atlántico, como ya adelantó Economía Digital. La propia directora de administración, ya fuera de la compañía, admitió ante el juez que los movimientos «se llegaron a ocultar» porque suponía que «no fueron muy rigurosos en los procedimientos de conciliación bancaria«. Esas partidas hacían referencia al pago de franquicias por siniestros que asumía la propia Audasa.

Servicios antiblanqueo de Abanca

Abanca, según dicho testimonio, también explicó a los responsables de Autopistas del Atlántico cómo había detectado las irregularidades. Desde la entidad financiera, abundó ante el juez la exdirectora de administración, les trasladaron que «habían detectado los movimientos sospechosos con ocasión de una auditoría interna realizada en la propia Abanca a través de su departamento de blanqueo de capitales». Los responsables antiblanqueo de la entidad llegaron a descubrir, según consta en el sumario, un total de 195 transferencias sospechosas realizadas por la extesorera, que se ha negado a declarar ante el juez en gran parte de sus comparecencias.

El vértice de la trama estaba, según consta en el sumario, en el adelanto de órdenes de transferencia que se mandaban escaneadas por e-mail al banco, pero no se enviaba copia alguna a otras personas de la empresa. De ahí que la extesorera pudiera, durante años, desviar presuntamente el dinero. Audasa guarda silencio sobre el proceso judicial.

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