Arias Infraestructuras llega a Riazor tras multiplicar por cinco su negocio

La constructora, antigua Arias Hermanos, pasó de aplicar un ERE durante la crisis a convertirse en una de las mayores adjudicatarias de obra pública de Galicia

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El despegue empezó en 2014. Por aquel entonces, la constructora coruñesa Arias Hermanos, adjudicataria de la reforma de Riazor, estaba valorando cómo ajustar costes mediante la rebaja de sueldo a la plantilla, después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anulase el ERE que había planteado dos años antes para despedir a 28 trabajadores. El fallido expediente de regulación llegó después de aplicar otro ERE temporal para 118 empleados. .

Pero aquellas vacas flacas de la recesión pronto remitirían y la empresa salió a flote en una progresión llamativa. Arias Hermanos cambió de nombre en 2015, cuando los accionistas decidieron pasar a la denominación Arias Infraestructuras. Ese mismo año, la empresa pasaba de facturar 9,9 millones a facturar el triple, 27,8 millones. En el último ejercicio, la cifra de negocio se elevó hasta los 49,2 millones, cinco veces más que la de 2014.

Abonada a la obra pública gallega

¿Qué había pasdo? La constructora en apuros se convirtió en una de las mayores contratistas de obra pública en Galicia, solo superada por las grandes compañías del AVE. Este es el gran filón de ingresos de la compañía, pues apenas 5 millones de facturación procedieron de manos privadas.

En su portafolio están varias actuaciones en el puerto exterior de Punta Langosteira, como el contradique o la explanada de descarga, la edificación del Hotel Blue de A Coruña, la rehabilitación de pistas en el Aeropuerto de Santiago y, como última estación, la reforma de Riazor que concluirá en 2018.

Y tras este curriculum, los datos que la coronan como la mayor adjudicataria gallega de obra pública. El año pasado resultó adjudicataria de 16 contratos repartidos entre Xunta, Ejecutivo central y diferentes Concellos por valor de 11,2 millones, superando los 10,6 millones adjudicados a Copasa en Galicia, según el informe de la Asociación de Empresarios de la Construcción de A Coruña. Según la misma fuente, la empresa ocupa los primeros puestos desde 2014, compartiendo pódium con la compañía Ourensana y Taboada y Ramos.

Galicia y Latinoamérica

Mantenerse en el pódium de la obra pública gallega es clave para Arias Infraestructuras, que en su último ejercicio repartió sus trabajos entre el mercado doméstico y Bolivia, con 31,8 millones facturados en Galicia y 16,5 millones en el país latinoamericano, donde cuenta con una sucursal, al igual que en Perú.

Fueron precisamente los trabajos en Bolivia los que penalizaron el resultado de la compañía, con pérdidas de 17.000 euros, al incrementarse los costes financieros derivados del endeudamiento para acometer las actuaciones, en este caso, una carretera de 49 kilómetros.

Sin dividendos

A pesar de la resurrección, Arias todavía arrastra los números rojos registrados en 2014 por valor de 1,3 millones y que no logró compensar por más que aumentó su facturación en los dos últimos ejercicios. Con unos fondos propios reducidos, 2,5 millones, la empresa sigue sin repartir dividendos.

El principal perjudicado es el empresario Ildefonso Rodríguez Iglesias, que a través de Abeirar 2005 controla el 75% del capital. Abeirar tiene un patrimonio neto de 37,4 millones y cerró su último ejercicio con 3,4 millones de beneficio. También conserva una pequeña participación en la constructora el líder de la patronal gallega, Antón Arias, según fuentes empresariales. Fue nombrado consejero en junio de este año, según el Registro Mercantil, pero no participa en el día a día de la empresa, indican las mismas fuentes.

El camino para volver a beneficios este año está dibujado, pues Arias tenía una cartera de obra por construir de 75 millones

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