Antón Arias, el salvavidas de la patronal que desata las iras de Ourense

La patronal de A Coruña postula al constructor para la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia tras un enfrentamiento con Pérez Canal

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Empresario de buen talante y reputación, Antón Arias Díaz-Eimil optará a la presidencia de la patronal como único candidato. La Confederación de Empresarios de A Coruña postuló por sorpresa al sociólogo y constructor coruñés a pocos minutos de que se cerrase el plazo, tras un enfrentamiento con la patronal ourensana.

Arias debe ser ratificado por la Asamblea Xeral de la CEG del día 27. Cuenta con el apoyo de A Coruña y Lugo, dos provinciales que suelen votar en bloque, sin apenas disenso, lo que ofrece ciertas garantías al empresario para lograr más del 50% de los apoyos y alcanzar la presidencia. Solo una oposición frontal de las sectoriales que no parece estar en la agenda podría costarle el puesto, pese a que Ourense y Pontevedra no le apoyen.

Un pacto roto a través de whatsapp

El movimiento de última hora ha reabierto las heridas de la patronal, que han quedado geolocalizadas en un escenario clásico, el bloque del norte y el del sur. El martes, los líderes provinciales se reunieron en Lugo y acordaron que ninguna provincial impulsaría candidato sin contar con el consenso previo de las otras. Hoy ese pacto está hecho añicos. José Manuel Pérez Canal, a quien atribuyen deseos de competir por la presidencia de la CEG, se desmarcó del acuerdo hasta el día siguiente, cuando se celebraba la junta directiva de la patronal de Ourense.

En esa reunión, los empresarios ourensanos se sumaron al pacto, matizando que querian una presidencia rotatoria en el periodo de transición hasta las próximas elecciones, por lo que Fontenla dejaría de ser el portavoz, y que Jaime López, secretario de la patronal de Lugo, debía dejar su cargo provisional como secretario de la CEG por posibles conflictos de interés.

Estas declaraciones, leídas en los medios al día siguiente, debieron sentar fatal a Antonio Fontenla y los empresarios coruñeses, porque el presidente de la Confederación de A Coruña envió un whatsapp por la tarde a sus homólogos en las provinciales con un contundente mensaje. El pacto estaba roto debido a los posicionamientos de Ourense. El viernes, poco tiempo antes de que se cerrara el plazo, la Confederación de A Coruña proponía a Antonio Arias como candidato, sin que ninguna de las otras provinciales tuviera tiempo para presentar una alternativa.

Adiós al consenso

El único candidato a presidir la CEG no se gestó de un día para otro. Todos los líderes provinciales sabían que si presentaban una candidatura, A Coruña iba a replicar con la suya, aunque nunca se desveló el nombre del elegido. Ahora parece claro que se trataba del sociólogo y constructor coruñés Antón Arias, empresario que, en medio de la tormenta provocada por el volantazo de los empresarios coruñeses, fue capaz de cosechar halagos en Pontevedra.

Jorge Cebreiros destacó que tenía la mejor de las opiniones de Arias, del que considera que «reúne los requisitos necesarios» para optar a la presidencia de la patronal, tanto en el talante como en la «experiencia en las instituciones». Sin embargo, todo eso no lo convierte en un candidato de consenso, por lo que auguran una situación similar a la ocurrida en las elecciones de José Manuel Fernandez Alvariño, con un solo candidato pero votos en contra. «Ni las elecciones de 2013 ni las de Antonio Dieter y Pérez Canal fueron positivas para la CEG, por eso pedíamos un candidato de consenso», apuntó Cebreiros.  

La beligerancia de Ourense

Con esa falta de consenso tendrá que lidiar Antón Arias si es proclamado presidente de la patronal, así como con la beligerancia de Ourense, la provincial más indignada por lo sucedido. A última hora del viernes emitió un comunicado de prensa en el que instaba a las tres provinciales a rechazar al candidato propuesto por A Coruña, pedía a Antón Arias que se retirase y a Jaime López que dimitiese como secretario. Afirmaba además que se esta poniendo en peligro la viabilidad de la CEG al evidenciar esta imagen de fractura ante la banca, con la que se negocio la hipoteca sobre la sede de la institución.

En las patronales de sur son pocos los que creen en la tesis del calentón de última hora en A Coruña, y consideran que Antonio Fontenla había diseñado una alianza con Lugo para impulsar a su propio candidato desde el principio. A ello atribuyen la falta de proactividad en la búsqueda de un candidato de consenso, propuesta que está sobre la mesa desde diciembre.

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