Antón Arias convocará elecciones una vez garantice la viabilidad de la patronal

Minutos después de haberse proclamado presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antón Arias ha enunciado sus dos primeros compromisos. El primero, que acometerá una reforma para dar paso a «una nueva patronal». Los dos puntos clave serán la reforma de estatutos, una idea que ya tenía Fernández Alvariño cuando llegó a la CEG pero que nunca se llegó a acometer. Arias necesita del apoyo de Ourense y Pontevedra, al menos de alguna de las dos provinciales, para realizarla, pues es necesario una mayoría cualificada de los empresarios para aprobarla. Y, por supuesto, garantizar la viabilidad económica de la institución, que sigue negociando con la banca la hipoteca de su sede en Compostela.

El segundo compromiso es que, una vez se consigan estos objetivos, dimitirá y dará paso a un nuevo presidente de la patronal. El empresario coruñés ha dado muestras de que no pretende perpetuarse ni acumular cargos. De hecho, renunciará a la vicepresidencia de la Confederación de Empresarios de A Coruña, según afirmó.

Mano tendida a Pontevedra y Ourense

Las declaraciones de Antón Arias han estado encaminadas a tender la mano a Ourense y Pontevedra, las provinciales que rechazaron al candidato de A Coruña, no tanto por discrepancias con Arias, sino por la manera en la que fue postulado a la presidencia. A juicio de las patronales del sur, A Coruña rompió el pacto a última hora que los conminaba a buscar un candidato de consenso.

Pontevedra, que tiene al frente a Jorge Cebreiros, estaba dispuesta a una reforma estatutaria. Y ese es el camino que quiere explorar Arias, convencido de que las confederaciones del sur «se van a sumar». «Saben de la necesidad de ese cambio de estatutos», zanja.

Negociación con la banca y Pexga

El nuevo presidente de la patronal cree que la negociación con la banca será «inminente» y «fácil», aunque respalda esta tesis por la «contundencia» con la que ha llegado al sillón más alto de la CEG. En realidad, ha sumado más votos en contra que Fernández Alvariño, que acabó bloqueado en el comité ejecutivo y junta directiva, sin ser capaz de aprobar los presupuestos.

Las conversaciones con las entidades financieras, en todo caso, están avanzadas. De hecho, según fuentes empresariales, algunos bancos ya habían dado el sí, pero pedían que hubiera muestras de unidad en la CEG, para contar con una hoja de ruta clara hacia la viabilidad del proyecto.

Arias también recuperará la red de oficinas en el exterior financiada por el Igape, la partida de ingresos más importante de la institución. La Pexga finalizó el 31 de diciembre sin que se reneovara el convenio con la Xunta.