Amper se prepara ante el ejercicio más lúgubre de su trayectoria

La compañía, en preconcurso de acreedores, debe cuatro nóminas a su plantilla

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Amper no consigue levantar cabeza. La cotizada, que presentó el preconcurso de acreedores a medianos de diciembre, debe en estos momentos tres mensualidades a sus trabajadores más la paga extraordinaria de Navidad. La inquietud en la plantilla se incrementa, especialmente porque no existe ningún inversor claro dispuesto a tomar las riendas de la compañía e inyectarle los recursos necesarios para que siga a flote.

Fuentes internas del grupo liderado por Jaime Espinosa de los Monteros (también alto comisionado del Gobierno para la Marca España) indican a este medio que se trabaja contrarreloj para conseguir el compromiso de algún tercero con el futuro del grupo.

Plan de recapitalización

Aseguran que las ofertas que están sobre la mesa son de fondos de inversión por las necesidades económicas de la firma. Superan de lejos los 5 millones de beneficios brutos (Ebitda) que la tecnológica obtuvo en 2013, los últimos datos presentados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), mantienen otros interlocutores conocedores de las finanzas de Amper. La tecnológica cerró ese ejercicio con unas pérdidas de 18,2 millones, el 7,6% menos que en 2012.

El propio Espinosa de los Monteros reconocía al regulador bursátil que la firma requiere de un «plan de recapitalización que garantice la actividad industrial del grupo en España». Sólo el crédito sindicado cuyo vencimiento se ha prorrogado en nueve ocasiones (stand still) supera los 120 millones.

Renuncia de Sherpa Capital

La cúpula de Amper se vio forzada a reconocer su insolvencia tras la renuncia de Sherpa Capital a la preferencia de que gozaba para adquirir el grupo. El fondo español decidió dar un paso atrás al empezar a auditar las cuentas de la tecnológica. El derecho de suscripción prioritario tenía como contrapartida conceder un primer préstamos puente para dar oxígeno económico a la compañía.

La dirección confiaba en usar este capital para responder a sus obligaciones con la plantilla y los proveedores. La última nómina que ha podido pagar Espinosa de los Monteros fue la de septiembre; y lo hizo de forma prorrateada: una primera parte se abonó el 28 de noviembre y el resto el 5 de diciembre.

Tres meses y medio para evitar el concurso

La firma de capital riesgo suiza Springwater también ha manifestado su interés en quedarse con Amper. Los mismos interlocutores internos afirman que, por el momento, el fondo no ha formalizado ninguna propuesta concreta más allá del anuncio de su inclinación por la tecnológica española. Ni siquiera ha empezado a auditar sus números, añaden.

La dirección afirma que busca soluciones, aunque la situación de Amper es «muy complicada», añaden otras fuentes del sector. Por el momento, la firma tiene tres meses y medio para atraer a un socio u inversor externo sin que nadie le pueda declarar el concurso de acreedores.

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