Alcoa se precipita al cierre entre reproches del Gobierno

La reunión que decidirá el futuro de las plantas continuará este miércoles después de que Industria pidiera a Alcoa que paralice seis meses los despidos

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Llega el momento decisivo para el futuro de las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés y la multinacional sigue en una posición muy similar a la de hace tres meses, cuando anunció la clausura de las factorías y el ERE para casi 700 trabajadores. La compañía considera que no hay elementos para modificar su decisión, pues se debe a problemas estructurales de las propias instalaciones, y si no llega una oferta para vender las plantas, procederá a cerrarlas a partir del día 15, cuando finaliza el periodo de consultas del ERE.

Con esta postura acudió la dirección de Alcoa, encabezada por su primer ejecutivo en España, Rubén Bartolomé, a una maratoniana reunión con representantes del Ministerio de Industria, la Xunta, el Principado de Asturias y los trabajadores. El encuentro se cerró cerca de medianoche con el compromiso de continuar este miércoles las conversaciones.

Reyes Maroto culpa a Alcoa

El cónclave, en la mesa a tres bandas impulsada por el Gobierno, se antoja casi definitivo para salvar las dos factorías y llega en un momento de elevada tensión. No solo por la multitudinaria manifestación de los trabajadores en Madrid, concentrándose frente al Ministerio de Industria, sino también por los reproches vertidos por Reyes Maroto contra la multinacional.

La ministra de Industria acusó a Alcoa de “bloquear” cualquier solución alternativa al cierre y le pidió que paralizara durante “seis meses” el ERE para permitir “buscar otras alternativas”. En ese periodo entraría en vigor el paquete de medidas para abaratar los costes energéticos de la industria electrointensiva, incluyendo el estatuto del consumidor electrointensivo, lo que podría facilitar que la compañía continuase operando las plantas o que apareciera un comprador.

Alcoa sigue a la espera de un comprador

Al toque de atención de Reyes Maroto respondió Alcoa horas antes de la decisiva reunión negando el supuesto bloqueo. La compañía entiende que no se le ha puesto ninguna solución sobre la mesa pues el Ejecutivo no le trasladó ninguna oferta por las plantas pasados casi tres meses desde el 17 de octubre, cuando anunció los cierres.

Fuentes de la empresa reiteraron su disposición a activar un plan social para minimizar el impacto del ERE e insistieron en que la clausura de las factorías no está directamente vinculada al coste energético, sino a “problemas estructurales, organizativos y tecnológicos”.

A la espera de las conclusiones de la reunión con Industria, la única alternativa que ve la multinacional es aceptar una “oferta seria y con garantías de futuro para los trabajadores” por las plantas. Mientras, continúa emplazando a la plantilla a negociar el ERE, donde asegura que solo hubo una mejoría “incipiente” en el diálogo.

Los trabajadores piden la intervención de las fábricas

La plantilla, que ha conformado un bloque unido junto a formaciones políticas y sociales contra el cierre, ha girado ya la cara a Alcoa y mira al Gobierno. El presidente del comité de empresa de A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, pidió “valentía” al Ejecutivo de Pedro Sánchez para quedarse con las factorías y evitar el cierre. La plantilla entiende que sería más sencillo que el propio Gobierno pusiera las plantas en el mercado, dado que Alcoa rechaza la venta a un competidor directo en aluminio primario.

«Estamos cansados de paños calientes, que el Gobierno se ponga de lado en una situación como esta. Nos encontramos en un sector productivo y nos han puesto en manos de una multinacional que ha ido a destrozar nuestras plantas. Estamos cansados, necesitamos un Gobierno valiente que se ponga a tirar de la Industria», aseveró Corbacho.

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