Alcoa decepciona a los inversores por culpa de Brasil y España

La multinacional, que superó los 200 millones de dólares de beneficio, incumple las previsiones pese al incremento en los precios del aluminio y la alúmina

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Alcoa cerró el último ejercicio con beneficios de 217 millones de dólares. Echando la vista atrás, la multinacional del aluminio da muestras de fortaleza tras acumular años ajustando su capacidad de producción y afrontando una segregación que implicó dividir sus áreas de negocio y su cuadro de altos mandos. De hecho, 2017 constituye el primer ejercicio completo de la empresa desde que la división dedicada a productos de alto valor añadido, fundamentalmente automoción y aeronáutica, echó a volar por su cuenta bajo el nombre de Arconic.

Pese a la rentabilidad, Alcoa decepcionó a los inversores, que correspondieron a su desilusión castigando en bolsa a la compañía. Cayó un 7% tras presentar resultados el día 17 de enero y todavía no ha conseguido recuperar ni una décima del batacazo. El presidente de la multinacional, Roy Harvey, explicó a los analistas el incumplimiento de las previsiones en base a dos territorios, Brasil y España.

La sequía de Brasil

La producción de bauxita en el país carioca se vio afectada por la sequía a lo largo del cuarto trimestre del ejercicio, generando dificultades para mantener el flujo de abastecimiento y castigando el sistema hidroeléctrico. La bauxita, generalmente pegada a rocas y arcilla, requiere un tratamiento mediante trituración o lavado, para después procesarla.

Harvey explicó que estos problemas de producción, que afectaron al transporte en barco y al procesado, impidieron que Alcoa aprovechara al máximo el alza en los precios de la alúmina y el aluminio. Y le puso cifra: 50 millones de dólares menos de las ganancias esperadas.

La factura eléctrica de España

Pero invocó un segundo factor, explicando a los analistas, sin entrar en más detalle, que los elevados precios de la energía en España habían incrementado los costes. Este es un problema recurrente de Alcoa en su actividad en el Estado a través de las plantas de A Coruña, San Cibrao (Lugo) y Avilés.

La rentabilidad de las instalaciones depende en gran medida de los incentivos a la interrumpibilidad de la subasta eléctrica, que a pesar de lo manifestado por Harvey, sonrieron más en 2017 a la compañía que en la última subasta realizada a finales del año pasado. El Gobierno ultima un nuevo sistema para el reparto de primas a partir del verano. Será fundamental para las decisiones que tome Alcoa sobre su actividad en España.

Las previsiones incumplidas

Sumados ambos factores, las previsiones se derrumbaron. Alcoa perdió 196 millones en el último periodo del año y facturó 3.170 millones de dólares, un 25% más en la comparativa interanual. Los analistas esperaban que las ventas alcanzasen los 3.290 millones de dólares y que el beneficio por acción estuviese en los 1,22 dólares. El negativo cierre del año lo deja en solamente 1,16 dólares por título.

Para el ejercicio completo, Alcoa alcanza una cifra de negocio de 11.652 millones de dólares, un 25% más que en 2016.. 

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