Alcoa lleva a la Audiencia Nacional a Hacienda, que le reclama 228 millones

La compañía anuncia su intención de "litigar enérgicamente" contra el fisco y cargar la sanción a su sociedad española en caso de derrota

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Nuevo frente judicial abierto para Alcoa, la multinacional del aluminio con plantas en A Coruña y San Cibrao (Lugo). Hacienda le reclama 228 millones de euros tras realizar dos inspecciones fiscales, la primera de los ejercicios 2003 a 2005 y la segunda de los cursos 2006 a 2009. La Agencia Tributaria considera irregulares determinadas deducciones de intereses presentadas por la compañía y pasa una factura millonaria.

Alcoa lleva desde hace tiempo peleando contra la reclamación. La primera le fue notificada en 2010 y la segunda en 2013. Pero por más que batalla no encaja más que derrotas. Según reconoce en sus cuentas anuales la multinacional norteamericana, el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) ha rechazado en octubre de 2013 su primer recurso, en relación a la primera inspección fiscal; y en enero de 2015, hace nada, el segundo. Así que Alcoa ha optado por la vía judicial.

A la Audiencia Nacional

La relación de la compañía con España tiene cierta ambiguedad. Considera que el país tiene un coste energético elevado, lo que ha provocado que en los últimos años amenazara con cerrar las plantas de A Coruña, Lugo y Avilés en función de si le favorecía o no el reparto de compensaciones a los grandes consumidores de energía.

A esto se suma un nada halagueño futuro en su conflicto con Hacienda. Al menos por lo visto en los dos primeros capítulos. La doble derrota en el TEAC ha forzado a Alcoa a apelar a la Audiencia Nacional. El primer recurso se presentó en diciembre de 2013 y el segundo en marzo de este mismo año. Ninguno de los dos está resuelto por el momento.

Miedo a nuevas reclamaciones

Aunque el grupo español de Alcoa alcanza una facturación superior a los 3.000 millones año tras año, los beneficios no son tan elevados. Alcoa Inespal, que engloba a las plantas de A Coruña y Avilés, registraron un beneficio en 2013 de 53 millones. Aluminio Español, que detenta la titularidad del complejo de San Cibrao, obtuvo ganancias de 54,7 millones el mismo año. La factura de 228 millones no es inasumible pero es un palo considerable.

La compañía deja claro que litigará «enérgicamente» a través del «sistema judicial español» y considera que tiene «argumentos de peso para apoyar su posición fiscal». Pero deja dos notas, cuando menos, preocupantes. La primera que, en caso de derrota, el importe se cargará al grupo de consolidación español. La segunda, muy poco habitual en las memorias de resultados, es que la compañía teme que las inspecciones fiscales posteriores a 2009, el último ejercicio evaluado negativamente por los inspectores, acaben igual que los precedentes, con una nueva reclamación. «La compañía no puede predecir razonablemente el resultado de este asunto», zanja Alcoa.

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