Alcoa ignora al Gobierno y pone números al cierre de Lugo: 30 millones

Alcoa estima entre 35 y 40 millones de dólares los "cargos de reestructuración" que tendrá que afrontar en el último trimestre ligados al cierre de Lugo

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A pesar de que tanto el Gobierno central como el de la Xunta ya han dejado claro que pondrán en marcha toda la maquinaria a su alcance para evitar que Alcoa cierre la planta de aluminio primario de San Cibrao dejando en la calle a 524 trabajadores y procediendo al cierre de las cubas de electrolisis, la multinacional americana sigue adelante con su plan. Por lo menos, así se refleja en la comunicación hecha a los mercados este miércoles, en el marco de la presentación de los resultados correspondientes al tercer trimestre de su año fiscal. La dueña del complejo industrial de A Mariña asegura que la reducción de producción que aplicará en la fundición de Cervo llevará asociados unos «cargos de reestructuración» que oscilarán entre los 35 y los 40 millones de dólares en el cuarto y último trimestre del año. La previsión de los de Pittsbugh es que estos costes, «relacionados con los empleados» se paguen principalmente en la primera mitad de 2021

Con esta comunicación, en la que, por primera vez, pone cifras al gasto  más inmediato que le generará el cierre de San Cibrao —por lo menos en lo que atañe a la reestructuración laboral que tendrá que acometer–, Alcoa parece hacer caso omiso a las reclamaciones que le hacen tanto los trabajadores como las administraciones públicas españolas. Hay que tener en cuenta que, esta misma semana, en el Congreso, PSOE, PP y BNG aprobaron una moción por la que instaban al Gobierno a explorar la intervención de la planta de aluminio de A Mariña para garantizar su viabilidad. En paralelo, el comité de empresa de la factoría de A Mariña lucense prepara la documentación necesaria para solicitar ante el juzgado la suspensión cautelar del proceso de despido colectivo. El objetivo de los sindicatos pasa no solo por evitar los despidos, sino también por asegurarse que las cubas continuarán operando, algo fundamental de cara a la entrada de un nuevo inversor en la planta. Sin embargo, y a tenor de esta última comunicación, Alcoa mantiene, imperturbable, su hoja de ruta.

Alcoa culmina el cierre de la fundición de Washington

En la nota de prensa de presentación de resultados trimestrales, Alcoa asegura que «continúa ejecutando acciones estratégicas» para conseguir mayor rentabilidad y costes más bajos. Entre estas acciones destaca «la revisión de las capacidades de producción existentes». Es en este apartado en el que engloba tanto el cierre de San Cibrao como el de la fundición de aluminio que posee en Washington. Indica la multinacional americana que el pasado agosto completó «la reducción total de la fundición de Intalco«, que poseía una capacidad de producción de 279.000 toneladas métricas de aluminio anuales (unas 50.000 más que San Cibrao). «En 2020, la compañía registró cargos de reestruturación de aproximadamente 23 millones de dólares asociados con esta reducción, incluida la indemnización de empleados y los costos asociados con la terminación de contratos», apunta.

Por otro lado, Alcoa también destaca que este trimestre ha procedido al «reinicio completo» de la fundición que posee en Quebec (Canadá) junto con el gigante Rio Tinto, que posee un 25% del capital de la misma. Esta factoría tiene una capacidad de producción de 413.000 toneladas anuales de aluminio.

Resultados

Alcoa deja claro en su presentación de resultados trimestrales que su objetivo, en plena pandemia, pasa por reducir costes. De hecho, los de Roy Harvey explican que a través tanto de las «acciones estratégicas» planteadas –como el cierre de San Cibrao– así como otras iniciativas y programas, «está en camino de generar, ahorrar y diferir un total aproximado de 900 millones de dólares en acciones en efectivo en 2020».

En cuanto a los resultados correspondientes al tercer trimestre del año, Alcoa ha reducido significativamente sus pérdidas con respecto al segundo trimestre, pasando de unos números rojos de 197 millones de dólares (172 millones de euros) a unas pérdidas de 49 millones de dólares (cerca de 42 millones de euros). Los ingresos se elevaron hasta los 2.365 millones de dólares. En esta reducción influye, de forma significativa, la mejora de los precios de la alúmina y el aluminio.

El CEO de la compañía, Roy Harvey, indicó que la multinacional está «obteniendo resultados sólidos en todos sus segmentos». Así, destaca que en tercer trimestre de año, el grupo se benefició de «los mejores precios» tanto del aluminio como de la alúmina, así como también aumentó las ventas de «productos de aluminio con valor agregado». «También aumentamos la liquidez de nuestra empresa, por lo que tenemos una flexibilidad aún mayor para ejecutar nuestra estrategia», dijo. “Estamos haciendo mucho más que simplemente mantener la estabilidad: estamos estableciendo récords de producción, impulsando la productividad, reduciendo costos y mejorando nuestro balance. Todo esto está alineado con nuestras prioridades estratégicas y solo es posible gracias a la dedicación de nuestra gente y el trabajo para proteger la seguridad y la salud durante estos tiempos sin precedentes”, expusó el directivo.

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