Alcoa firma en paz sus impuestos en España por primera vez en siete años

La multinacional, todavía pendiente de los tribunales por 129 millones en impuestos, firma en conformidad las inspecciones de los ejercicios 2010 a 2013

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Las inspecciones fiscales realizadas a la multinacional Alcoa para los ejercicios 2003 a 2005 abrieron una etapa de litigios entre la compañía y las autoridades de Hacienda, que engordaban la factura fiscal del grupo norteamericano en España al rechazar determinadas deducciones aplicadas por el holding, que tenía como sociedad de cabecera a Alcoa Inversiones.

Desde aquellos ejercicios, posteriores a la privatización de Inespal emprendida por el gobierno de Aznar, el fisco ha ido repitiendo evaluaciones y cuestionando las deducciones de Alcoa. Los litigios alcanzaron los 244 millones, entre los impuestos reclamados y los intereses de demora.

De esta cuantía, la multinacional tiene pendiente en la Audiencia Nacional la resolución sobre 129 millones correspondientes al impuesto de sociedades de los ejercicios 2006 a 2009. Ganó en los tribunales una reclamación anterior, de 115 millones, por los ejercicios de 2003 a 2005. La compañía viene afirmando en sus comunicados a las autoridades bursátiles norteamericanas, desde la primera notificación en 2007 y la primera resolución negativa en 2010, que, previsiblemente, las mismas discrepancias se producirán en inspecciones posteriores.

Alcoa: Desde 2003, todas las declaraciones de impuestos habían acabado en los tribunales por discrepancias con Hacienda

Sin embargo, por primera vez desde entonces, Alcoa ha firmado en paz con Hacienda su declaración de impuestos tras las inspecciones realizadas para los ejercicios 2010 a 2013. La compañía informa en sus resultados trimestrales que, pese a las discrepancias detectadas, se firmó finalmente en acuerdo la liquidación, sin que suponga, dice Alcoa, trastorno relevante para sus estados financieros.

Según fuentes empresariales, el impacto no supera el millón de euros, poca cosa para un grupo que facturó en su último ejercicio más de 9.000 millones de dólares, una vez separada la parte de aluminio privado de los trabajos de alto valor añadido, ahora agrupados en Arcronic tras la segregación.

El ejercicio 2010, junto a los posteriores, es el primero que no acabará en los tribunales tras las inspecciones de Hacienda. Sí lo hicieron todos los cursos anteriores, entre 2003 y 2009. 

 

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