Alcoa anuncia desinversiones por valor de 225 millones antes de final de año

La multinacional, que ha puesto a la venta sus plantas españolas, acabará ejercicio con más de mil millones en ingresos por venta de activos; el 1 de noviembre ejecutará la segregación en dos compañías

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Alcoa sigue desprendiéndose de activos a paso acelerado. En la presentación de resultados de la multinacional correspondientes al tercer trimestre de su ejercicio fiscal, se anotó unos ingresos de 120 millones de dólares por la venta de una de sus plantas de aluminio en Washington. Un paso más en la hoja de ruta trazada por la compañía para reducir su producción de alumino y alúmina y arreglar sus balances contables en un mercado lleno de oscilaciones, ya sea por la caída de demanda en Asia o por la entrada de producto a bajo coste en los mercados europeos.

La multinacional comunicó a los analistas que las desinversiones continuarán hasta final de año, cuestión que preocupa especialmente en A Coruña, San Cibrao (Lugo) y Avilés, después de que Alcoa colgara el cartel de se vende a las tres fábricas con las que cuenta en España. En concreto, prevé ingresar otros 250 millones de dólares –unos 226 millones de euros– por venta de activos antes de que finalice 2016, con lo que alcanzaría unos ingresos en el global del ejercicio de 1.200 millones de dólares a fuerza de vender fábricas.

A nivel europeo, los principales centros de producción de primario de Alcoa se sitúan en España, Noruega e Islandia, si bien la multinacional cuenta con plantas de aluminio y alúmina, el segmento para el que busca compradores, repartidas por todo el mundo, con especial presencia en Estados Unidos y Australia. Sobran candidaturas más allá de España para alcanzar esos 226 millones por venta de activos.

Segregación

Todas esas plantas –las que no se vendan– pasarán el 1 de noviembre a formar parte de un grupo separado de los otros intereses de Alcoa, que se despliega con fuerza en la industria aeroespacial, la automoción o la energía. A Coruña, San Cibrao y Avilés se quedan en el lado del negocio tradicional, el aluminio primario, el más vulnerable a la inestabilidad del mercado. Los compuestos y aleaciones de mayor valor añadido se englobarán en Arconic, de la que apenas habrá presencia en España, aunque mucha, por ejemplo, en Reino Unido.

La segregación conllevó una separación de sistemas operativos, de oficinas y de cadena de mando, pasos imprescindibles para crear dos compañías autónomas con balances de resultados independientes.

Más beneficios y caída en bolsa

Así pues, los resultados presentados este martes fueron los últimos de las dos ramas de actividad conjuntamente. Y reflejaron unos beneficios de 166 millones de dólares, más del triple que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la cifra de negocio cayó en 400 millones de dólares, de los 5.600 millones a los 5.200.

Los inversores, que estimaban un mejor balance tanto en ventas como en beneficios, mostraon a Alcoa su decepción y la empujaron a una caída en bolsa por encima del 10%. Klaus Kleinfeld, presidente de la multinacional, se mostró optimista y señaló que la demanda de alumino aumentará en torno a un 5%, superando el crecimiento de la oferta.

Preguntada Alcoa sobre si estas perspectivas más prometedoras y la expectativa de la subasta eléctrica, que todavía no ha definido el Gobierno, podría retrasar la venta de las plantas de Galicia y Asturias, la multinacional se ha mantenido en su discurso: continúa buscando una solución para las fábricas y nada está cerrado. Lo único seguro es que las ventas continuarán hasta final de año.

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