Alcoa amenaza: o ERTE o despido colectivo en San Cibrao

La compañía lamenta que la venta de la planta de San Cibrao "no ha sido posible" y culpa a Liberty de plantear "términos comerciales poco razonables"

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Alcoa lanza un órdago. La multinacional estadounidense ha advertido al comité de empresa de que, en el caso de que no haya “acuerdo sobre un ERTE”, activará un despido colectivo permanente sobre 534 trabajadores de la planta de aluminio de San Cibrao.

La compañía ha notificado a través de un comunicado que la venta de la factoría a Liberty «no ha sido posible» y que por ello se reúne este lunes con los representantes de los trabajadores «con el tema único de un plan social para un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)». «O, a falta de acuerdo sobre un ERTE, la aplicación de un despido colectivo permanente», avisa, antes de asegurar que mantiene su «compromiso de trabajar para encontrar la mejor solución para los empleados».

El comunicado de Alcoa se ha producido minutos antes de la reunión que mantendrá este mediodía en Nigrán con el comité de empresa y que ya fue convocada la semana pasada, de ahí que tanto el comité de empresa como el propio Gobierno acusen a Alcoa de «mala fe» por su negativa a deshacerse de la fábrica de A Mariña de Lugo.

Alcoa culpa a Liberty

Alcoa se defiende de estas acusaciones y achaca la responsabilidad de que naufragasen las negociaciones “a las demandas poco razonables de GFG», el grupo propietario de Liberty. «Alcoa hizo una oferta equilibrada para ambas partes e hizo varias concesiones para llegar a un acuerdo», asegura, antes de criticar que, «por el contrario, GFG no ha negociado dentro del plazo que se comprometió a cumplir, se ha negado a proporcionar ningún tipo de financiación para apoyar el futuro de la planta y ha insistido en términos comerciales poco razonables, incluida la aprobación de cualquier venta futura de la refinería, lo cual está fuera del alcance del acuerdo alcanzado con los representantes de los trabajadores el 13 de agosto».

El acuerdo, según apunta, «establecía que la negociación sólo consideraría la venta de la planta de aluminio en una transacción con términos comerciales razonables».

Dardo al Gobierno

Además, la multinacional estadounidense lanza también un dardo al Gobierno. En concreto, la firma insiste en que la planta de San Cibrao se encuentra en una situación «insostenible» y asegura que esto es así «debido en gran parte a la falta de un marco energético competitivo en costes y certidumbre para la producción de aluminio».

Indica que la planta ha acumulado pérdidas de más de 110 millones de euros en los dos últimos años (2018 y 2019) y en la actualidad asegura que pierde «aproximadamente 1 millón de euros por semana».

Por su parte, agradece «la predisposición del Gobierno a buscar alternativas ante la falta de progreso por parte de GFG Alliance». A este respecto, reconoce que el Gobierno también hizo propuestas en los últimos días a través de la SEPI, pero reprueba que sus propuestas «también incluyen una serie de cuestiones que impiden llegar a un acuerdo en condiciones comerciales razonables; entre ellas, aunque no exclusivamente, la solicitud de derechos preferenciales sobre la refinería».

«Prioridad al diálogo»

«No se puede exigir a Alcoa que aporte más recursos y financiación de los que ya se ha comprometido a realizar en cantidades importantes en este proceso de venta, ni que acepte condiciones fuera de mercado, ni peticiones fuera del ámbito del acuerdo con los representantes de los trabajadores», incide.

Por ello, se manifiesta «consciente del impacto humano y social de este proceso», y resalta que ha dado «prioridad al diálogo» y ha hecho «grandes esfuerzos en los últimos cuatro meses para llegar al mejor acuerdo con los representantes de los trabajadores en relación con la situación insostenible de la planta».

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