Adolfo Domínguez se refugia en el mercado de deuda ante la urgencia de liquidez

El consejo de la textil pide el visto bueno a los accionistas para emitir bonos por valor de hasta 25 millones de euros

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Inmersa en un largo periodo de ajuste para corregir los números rojos que año tras año están castigando su balance, Adolfo Domínguez prepara una ofensiva para obtener liquidez. La textil ourensana planea emitir valores de renta fija como bonos u obligaciones canjeables o convertibles en acciones por un importe máximo de 25 millones de euros.

El consejo de administración de la compañía llevará esta propuesta a la junta de accionistas del próximo 10 de julio para su aprobación. Considera “conveniente disponer de las autorizaciones y facultades delegadas para tener en todo momento la capacidad de captar en los mercados primarios de valores los fondos que puedan resultar necesarios”, según comunicó a los accionistas.

Más poder para el consejo

La medida se enmarca necesariamente en la hoja de ruta marcada por el modisto ourensano para volver a los números positivos y que el propio Adolfo Domínguez definió en su momento como un “proceso de racionalización”. Consiste básicamente en cerrar establecimientos no estratégicos, que está afectando fundamentalmente a España y Portugal, y reforzar la apuesta por el mercado internacional, con China y Latinoamérica como principales objetivos. En el último ejercicio cerró en España 49 tiendas.

En la junta de accionistas de julio del pasado año, Adolfo Domínguez ya activó una medida similar al solicitar delegar en el consejo de administración la facultad de ampliar el capital social de la empresa durante un plazo de cinco años para favorecer la entrada de nuevos socios.

El éxito está en la velocidad

Ahora, pide también la facultad de emitir bonos u obligaciones para tener una respuesta «ágil y suficiente” en un mercado competitivo. «Con frecuencia el éxito de una operación determinada o de una iniciativa estratégica depende de la posibilidad de llevarla a cabo con celeridad y en el momento oportuno, sin los retrasos y costes que inevitablemente entraña la convocatoria y celebración de una nueva junta general extraordinaria», señala la compañía.

En el último ejercicio, la textil corrigió su deriva negativa, aunque no lo suficiente. Redujo a la mitad sus números rojos, con unos resultados en la cuenta de pérdidas y ganancias de 10,3 millones en negativo, frente a los 24,1 del ejercicio anterior.

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