Adolfo Domínguez castiga a Galicia: traslada producción y reducirá un 43% la plantilla en tres años

El ERE para 144 trabajadores, pendiente de negociar con los sindicatos, rebajaría el personal de Ourense a 354 trabajadores, 200 menos que en 2012

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No es una buena noticia para Galicia que en una de sus empresas punteras se enquisten los números rojos. Y tampoco lo es que el ajuste para revertirlos impacte con tanta fuerza en la comunidad. Adolfo Domínguez, que cerró el ejercicio 2014 con pérdidas de 11,3 millones, ha planteado un ERE para 144 trabajadores de sus centros de San Cibrao das Viñas, en Ourense, la tierra que vio nacer al grupo. La empresa del modisto ourensano pone sobre la mesa despidos después de acumular ejercicios cerrando tiendas en España, más de un centenar de puntos de venta desde que arrancó su plan de reflote.

La estrategia ha servido para mejorar márgenes y contener a duras penas los números rojos, pero no ha sido suficiente. Los sindicatos de la textil en Ourense comienzan a hablar de un desmantelamiento de los centros gallegos, donde el goteo de despidos ha sido constante. En San Cibrao, la compañía llegó a contar con cerca de 700 trabajadores antes de estallar la crisis, según fuentes sindicales. Más cerca en el tiempo, en 2012, 622 empleados votaron una rebaja salarial para evitar despidos. De esos 622, de aplicarse íntegramente el ERE puesto sobre la mesa, quedarían 354 trabajadores, un 43% menos que hace tres años.

Del goteo a la cascada

El comité de empresa entonó un ‘me lo temía’ cuando se concretaron los téminos del nuevo expediente. Habían solicitado una reunión con la dirección tras denunciar la apertura de expedientes de regulación «encubiertos» y la empresa acaba de llevarse la línea joven ‘U’ a las oficinas de Madrid, lo que conllevó otros 21 traslados. Es la segunda que más factura del grupo, con una cifra de negocio de 27,4 millones en 2013.

Llueve sobre mojado en la cidade das Burgas. En marzo de este año, la CIG denunció 30 despidos que fueron comunicados a los trabajadores a través de una carta individual. Antes vino el ERE de 2012, que afectó a 42 empleados después de que la plantilla aceptase una modificación salarial; y en 2014 hubo otros 40 despidos. La preocupación de los sindicatos se centra ahora en si la política de Adolfo Domínguez responde, efectivamente, a sus apuros económicos, o si se trata de una estrategia para desviar producción de Galicia hacia otras latitudes.

Negociación en marcha

En todo caso, el planteamiento inicial del comité de empresa es buscar alternativas para reducir el número de despidos, ya sea a través de prejubilaciones o de, una vez más, una rebaja salarial, según avanzó la presidenta del comité, Celia Martínez. En todo caso, es pronto. La voluminosa documentación económica entregada por la empresa, que contará con el despacho Sagardoy para conducir el expediente, está todavía por analizar.

Es el último capítulo en la complicada crisis económica que ha vivido el modisto ourensano. Comenzó con aquellas polémicas declaraciones en las que proponía el despido libre, y siguió con su intervención en la Junta de Accionistas en 2013 explicando que la compañía tenía que cerrar los puntos de venta no estratégicos y abrazarse a los mercados internacionales. Los no estratégicos eran, sobre todo, las castigadas economías española y portuguesa.  

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