Adif: ocho sanciones y 17 expedientes por daño ambiental en un año

El expediente abierto a Adif por arrojar vagones al río Sil se suma a sanciones por vertidos, talas o incumplir la normativa de prevención de incendios

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Adif afronta un expediente del Ministerio de Transición Ecológica, una investigación de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta y una posible sanción de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil por arrojar dos vagones al río Sil procedentes del tren que descarriló en Carballeda de Valdeorras (Ourense).

Aunque por actuaciones menos aparatosas que la acontecida en Sobradelo, es habitual que el gestor de infraestructuras ferroviarias, presidido por la gallega Isabel Pardo de Vera, se enfrente a expedientes y sanciones por daños ambientales en el desarrollo de su actividad.

La última memoria medioambiental presentada por la empresa pública, de hecho, recoge 17 expedientes administrativos, de los que ocho conllevaron una sanción económica, a lo largo de 2018. En el año anterior, en 2017, fueron 15 expedientes y siete de ellos acabaron en una multa.

Dos sanciones de la Xunta

Entre las sanciones recogidas por el informe de Adif hay dos de la Xunta, una por no gestionar la biomasa forestal para la prevención de incendios en A Coruña por valor de 1.001 euros; y otra por un vertido de hidrocarburos en Lugo por valor de 3.005 euros, que la empresa recurrió. El Gobierno gallego llegó a abrir un tercer expediente a Adif que fue sobreseído también por incumplimientos en prevención de incendios.

Casi todas las sanciones son de importes bajos, que van desde los 100 euros a los 4.000, y recogen faltas relacionadas con la contaminación de suelos, la ocupación de dominio público, la tala de árboles o los incumplimientos en tareas de desbroce. El propio Adif explica que no ha incurrido en procedimientos sancionadores graves o muy graves en los últimos años, al menos, hasta que despeñó vagones en el río Sil.

De los expedientes registrados en 2018, seis fueron abiertos por gobiernos autonómicos, nueve por ayuntamientos y dos por confederaciones hidrográficas.

Incumplimiento del código interno de conducta

Como tantas empresas, el gestor de infraestructuras lleva años desarrollando su política medioambiental y contra el cambio climático, plasmada en una serie de documentos internos que marcan las líneas a seguir para la sostenibilidad de su actividad. Su código ético y de conducta, de obligado cumplimiento para todos los trabajadores, proveedores y órganos de gobierno, establece el compromiso de “respetar el medioambiente y el patrimonio cultural”.

“La entidad ha desarrollado un Sistema de Gestión Ambiental, con el fin de prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos ambientales derivados de su actividad. El objetivo de esta iniciativa es el cumplimiento legal ambiental, así como la preservación del entorno y la biodiversidad”, explica la empresa pública en su informe sobre gestión medioambiental de 2019.

Isabel Pardo de Vera presidenta de ADIF

Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif

Comienza la retirada de vagones

Adif inició este miércoles el operativo para la retirada de los vagones de mercancías en Carballeda de Valdeorras. En el lugar quedan cuatro: dos que están junto a la vía, en el lado del talud, y los dos que fueron empujados al cauce del río Sil. En un comunicado, la empresa pública explica que desmontará los vagones para transportar los restos en ferrocarril, una tarea que será ejecutada por sus técnicos y los de Renfe. Los trabajos, calcula, durarán en torno a una semana, por lo que será necesario un plan alternativo de transportes al estar interrumpida la vía.

Para desarrollar estas tareas, ha indicado Adif, «se están tramitando los permisos preceptivos, que incluyen una autorización para usar maquinaria no agrícola ni forestal en zonas próximas a montes, que debe emitir la Dirección Xeral de Defensa do Monte de la Consellería do Medio Rural, y otra para hacer trabajos en una zona de protección del cauce del río, que debe conceder la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Grúas y un vial de acceso

En el operativo se emplearán dos grúas de carretera de 80 toneladas, con las que se estabilizarán los vagones situados junto a la vía y que permitirán que los trabajadores y los equipos que necesiten bajen al vagón que se encuentra en la orilla del río y que, una vez desmontado, se puedan retirar las piezas.

Los operarios deberán construir un vial de acceso para vehículos de carretera, de 400 metros de longitud, para que las grúas puedan ir desde la estación de Sobradelo hasta el punto del descarrilamiento. El perímetro se desbrozará para evitar posibles incendios por el uso de maquinaria.

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