Accionistas de Finsa ganan el pulso a la Xunta en el Supremo por el Impuesto de Sucesiones

El alto tribunal tumba un recurso de los abogados de la Administración gallega contra una sentencia favorable a Gran Negreira XXI, una de las sociedades patrimoniales que controlan la multinacional

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Accionistas de referencia de Finsa, la primera maderera española con base en Santiago y una de las grandes multinacionales gallegas, han ganado el pulso que mantenían con la Xunta a cuenta del Impuesto de Sucesiones. Ha tenido que ser finalmente el Tribunal Supremo la instancia que ha dado la razón a tres de las accionistas integrantes de la firma Gran Negreira XXI SL, una de las sociedades que conforman la propiedad de Finsa a través de la holding Fincorporativa. Antes lo había hecho ya la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, en una sentencia de 2014, recurrida por los abogados de la Administración gallega. 

Ahora, en una sentencia fechada el pasado 20 de julio, contra la que no cabe recurso, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso  del Tribunal Supremo tumba un recurso de casación interpuesto por los letrados de la Xunta. El origen del litigio se encuentra en la resolución del Tribunal Económico Administrativo Central, de 2013, por el Impuesto de Sucesiones que debía afrontar Gran Negreira XXI y la aplicación de la legislación a todas las participaciones de la sociedad. Las tres integrantes de la familia optaron por recurrir la decisión de dicho órgano ante el TSXG. 

Interpretaciones dispares

El conflicto surge por la interpretación de un artículo de la ley autonómica aplicable a la fecha del devengo del impuesto (fue modificado desde el 1 de septiembre de 2008), que contempla la rebaja del 99% del valor de las participaciones en las entidades en las que concurran las condiciones para la aplicación de la exención del Impuesto del Patrimonio. Es decir, la disparidad residía en si el gravamen incorporaba para su cálculo «la totalidad de los bienes o derechos mortis causa contemplados en la norma o sólo respecto del que resulte exento en el Impuesto sobre el Patrimonio». 

Por dos veces, primero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y ahora el Supremo, han dado la razón a las integrantes de la rama familiar propietaria de Finsa, en contra de la resolución del Tribunal Económico Administrativo. Y ha sido una cuestión formal, ahora en el alto tribunal, la que invalida la actuación de la Administración gallega. 

Los abogados de la Xunta presentaron un recurso de casación para la unificación de doctrina en base a otras sentencias, de Aragón y de Castilla y León, que el alto tribunal, en su sentencia del pasado 20 de julio, no acepta. 

El control de Finsa

Gran Negreira XXI, la sociedad que ganó el pulso a la Xunta, controla el 11,1% de Fincorporativa, siendo su segundo máximo accionista. A su vez, Fincorporativa, la cabecera del grupo Finsa, controla el 86,3% de la maderera gallega.  

Gran Negreira XXI es consejera de Fincorporativa, y está representada en su máximo órgano de administración por Manuela García Nimo, cabeza de una de las sagas familiares que integran el accionariado de la multinacional gallega, que afrontó con éxito un proceso de sucesión en los últimos años.

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