Las inmobiliarias gallegas piden por carta a Fomento que regule la dación en pago 

La patronal Fegein considera que, "por justicia social", debe reformarse la ley hipotecaria para incluir esta medida 

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Deberes para el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias está elaborando una carta para el heredero del cargo de Ana Pastor en la que solicitará una modificación de la ley hipotecaria para incluir en su articulado la dación en pago, la medida que permite saldar la deuda al entregar el inmueble si el ciudadano no puede hacer frente a la hipoteca.

Para la patronal inmobiliaria, que recupera esta reivindicación una vez que echa a andar el nuevo Ejecutivo, «la ley de segunda oportunidad a las familias debe derivar imprescindiblemente en la dación en pago. Es de justicia social». Con la crisis económica y la proliferación de desahucios, la organización que preside Benito Iglesias pidió en varios ocasiones la regularización de la dación en pago sin carácter retroactivo, que también beneficiaría a los promotores en dificultades.

Reforma necesaria

«El Gobierno modifico el código de buenas prácticas bancarias, para que un mayor número de familias se beneficien de las reestructuraciones viables de deudas y las daciones en pago,pero el tiempo que ha trascurrido nos manifiesta que no ha funcionado», apunta Iglesias, que señala algunas carencias del código, como la ausencia de una disposición para permitir la inaplicación definitiva de las cláusulas suelo, que el Supremo declaró abusivas a partir de mayo de 2013.

En Fegein recuerdan que en el ejercicio de su labor se encontraron con «tremendas injusticias que se estaban cometiendo al amparo de una ley desfasada y que no respondía a la sangrante actualidad económica y social que vivimos», motivo que justifica la reforma de la normativa.

La responsabilidad política

En el sistema actual, el deudor que no puede afrontar la hipoteca mantiene deuda con el banco si este no consigue recuperar la financiación otorgada a través de la venta del inmueble. Con lo cual, el ciudadano pierde la vivienda, pero sigue endeudado.

«Ni siquiera el nivel máximo del Euríbor en 2008, cuando superó el 5%, fue el motivo de los impagos de los créditos hipotecarios. Las familias de este país dejaron de pagar la hipoteca de sus viviendas, devaluadas más de un 30%, cuando la crisis económica y la falta de gestión política trajeron la lacra del paro», recuerda Benito Iglesias. «La recuperación económica será firme cuando se recupere la igualdad social de los ciudadanos», concluye.

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