HM y Quirón: así son los reyes de la sanidad privada gallega

Tras la venta de La Rosaleda al grupo madrileño, controlan una de cada tres camas en Galicia y el 60% de las ubicadas en la provincia de A Coruña

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El sector de la sanidad privada atravesó un proceso de concentración en España que llegó con retraso, pero con fuerza, a Galicia, donde Povisa y tres grandes grupos, Vithas, HM Hospitales y Quirón, gestionan cerca del 70% de la camas. Todo ello pese a la anomalía que representa el hospital vigués de José Silveira Cañizares, que opera de manera complementaria a la Xunta y que es el complejo de titularidad privada más grande de la comunidad.

La compra de La Rosaleda (Hospital Nuestra Señora de la Esperanza e Instituto Policlínico La Rosaleda) por parte del también dueño del Modelo, HM Hospitales, ha consolidado al grupo madrileño y a Quirón como los principales actores del mercado, controlando una de cada tres camas en Galicia. En la provincia de A Coruña el porcentaje se eleva al 60%. 

Comer o ser comido

El grupo de centros está formado por el Modelo, Maternidad Belén y La Rosaleda, gestionados por HM; y por el Hospital Quirón A Coruña y el Grupo Hospitales Miguel Domínguez, en manos de Quirón.

Las compras y fusiones han sido habituales en el sector durante los últimos años. Era casi una exigencia del propio mercado. Los grupos necesitan tamaño para ser competitivos y tener margen de negociación con las mutuas, y una vez adquirido un gran volumen es difícil para los independientes o clínicas familiares competir contra ellos.

El músculo financiero para invertir en tecnología y en los últimos avances sanitarios es otra de las claves. En ese escenario, en Galicia acabó sucediendo lo que ya había sucedido en todas partes.

La expansión de HM y la muerte de Franco

Algo queda de los viejos tiempos en HM Hospitales, grupo que desembarcó en Galicia con la compra del Hospital Modelo y Maternidad Belén a la familia Cobián. El grupo madrileño nació en los años 90 impulsado por el doctor Juan Abarca Campal junto a otros compañeros de profesión.

La trayectoria profesional del prestigioso cirujano dio de sí hasta para unas memorias tituladas Cinco litros de sangre, populares por estar respaldadas por nombres ilustres, como Luis María Ansón o Paco Umbral, y por la tesis de Abarca sobre la muerte de Franco. Falleció el dictador, a juicio del cirujano, por «una operación mal hecha» y no porque estuviera «enfermo de muerte». Abarca formó parte del equipo de doctores que atendió al caudillo.

También contaba el doctor que se decidió a fundar HM Hospitales cuando sintió agotada su trayectoria como cirujano y bajo el principio de que los médicos fueran co-propietarios de la compañía sanitaria.

Ahora preside el grupo su hijo, el doctor Juan Abarca Cidón, quien dirigió la expansión de la compañía, que cuenta con siete hospitales en Madrid, hacia Galicia. Abarca Campal dio su bendición en un artículo titulado El momento del relevo generacional, publicado en la memoria de HM, donde pasaba el testigo a sus hijos, «una generación mucho más formada y competitiva que estamos convencidos que nos permitirá avanzar y crecer en la dirección correcta».

En 2015, HM tuvo unos ingresos de 277 millones, con un ebitda positivo de 45,4 millones, y empleaba a más de 3.000 profesionales repartidos por 26 centros.

El superviviente millonario

Quirón es otra historia. Fue un gigante al que devoró otro gigante, la alemana Fresenius, para conformar el mayor grupo sanitario europeo, con más de 100.000 empleados y 155 centros. Nada novedoso para un imperio que se forjó a arreones, con compras y fusiones, apariciones estelares de multinacionales y fondos de inversión, como CVC.

El superviviente a todas las turbulencias fue el médico asturiano Víctor Madera, actual consejero delegado de Quirónsalud. Madera forjó una fortuna desde su posición como director general de IDC, clínica manchega que nació con el pragmático objetivo de aliviar las listas de espera, pero evolucionó tan bien que depertó el interés de CVC.

El fondo vendió la empresa a la multinacional sueca Capio para luego recomprar la filial española y acabar dando el impulso definitivo a su crecimiento en 2014, al engullir al Grupo Hospitalario Quirón. Después de la operación, bajo la tutela de Madera, que sobrevivió a toda la singladura, estaban 43 hospitales y más de 300 centros de prevención de riesgos laborales en España.

Madera también se mantuvo en la zona de mando tras el desembarco de Fresenius, llevándose como premio 400 millones de euros en acciones del grupo sanitario alemán derivados del acuerdo de compra.

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