La Xunta sitúa el origen de los problemas del Popular el año de la compra del Pastor

El director xeral de Política Financieira dice en el Parlamento que "la necesidad de capital" del Popular "fue detectada en 2012", año de la compra del Pastor

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Blanco y en botella para el Gobierno gallego. La Xunta sitúa en 2012 el origen de los problemas del Banco Popular. Así lo asegura en sede parlamentaria el director xeral de Política Financieira e Tesouro, David Cabañó, quien apunta que hay «dudas que deben ser clarificadas en cuanto a la situación de la entidad», pues «era conocida su necesidad de capital», que fue «detectada en 2012», asegura, «por lo que cabe preguntarse por qué no se actuó antes«. Ese año al que apunta el alto cargo, el 2012, fue precisamente cuando se materializó y completó la oferta pública de adquisición (opa) pactada entre el Popular y el Banco Pastor, que había sido anunciada en los últimos meses del 2011

La Xunta defiende la venta del Popular al Santander como «la solución menos mala para el interés general», si bien considera que «no fue una buena noticia para España ni para Galicia«, en especial para los accionistas y la marca del Pastor. En respuesta a una pregunta del BNG en la Comisión de Economía del Parlamento gallego, el director xeral de Política Financieira e Tesouro, David Cabañó, ha remarcado que la «situación de deterioro» del Popular que llevó a su compra por el Santander «no se produce de un día para otro».

La Xunta cuestiona la eficacia de los test de estrés y asegura que la venta del Popular «deja muchas dudas que es necesario aclarar»

Más dudas

Sobre este extremo, cree que el proceso que dio lugar a la venta del Popular por falta de liquidez «deja muchas dudas que es necesario aclarar» y que «deberían investigarse por quien corresponda». A todo ello suma a «dudas» en lo tocante a la «eficacia» de los test de estrés para medir la situación de una entidad.

También muestra Cabañó sus reticencias hacia «el propio proceso de resolución», pues «existen determinadas cuestiones que sería conveniente aclarar» como el informe independiente que valora la entidad, el cual «debería garantizar una valoración prudente y realista de los activos y pasivos de la entidad».

Las soluciones

Además, hace hincapié en las «determinadas manifestaciones que provocaron una sensación de inquietud en los últimos meses«. «Y dudas sobre las últimas ampliaciones de capital, sobre si es que los suscriptores contaron con una información clara, nítida y precisa», agrega.

En su intervención, ha puesto el foco sobre las decisiones tomadas en los últimos años por el Popular como su «elevada exposición inmobiliaria». Todo ello, hasta quedar dos opciones: o bien liquidación del banco, con quiebra y pérdidas para depositantes, o venta a una entidad privada que pueda asumir sus activos problemáticos.

Por tal motivo, valora que se optase por la opción «sin coste para los contribuyentes», ni para depositantes y ahorradores, «más allá de los ajustes» que se producirán en el empleo por duplicidades de oficinas y el marco de «incertidumbre» que se abre ahora.

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