Los inversores prefieren más seguridad aunque pierdan rentabilidad
Los inversores prefieren la solidez de los ahorros a largo plazo, seguida por la opción de abrir un plan de pensiones y apenas un 7% elige un fondo de inversión
Aunque la recuperación económica aporta tranquilidad a los inversores, la mitad de ellos prefieren opciones sin riesgos para depositar su capital. En el estudio de J.P. Morgan Asset Management, el 49,4% de los encuestados elige los productos de ahorro a largo plazo, ya sea la contratación de un depósito o abrir una cuenta de ahorro. Un 17,5% de los 1.359 inversores contactados se decanta por suscribir un plan de pensiones, y apenas un 6,8% prefiere la opción de sumarse a un fondo de inversión.
Estas elecciones, precisa el análisis, tiene relación con los productos que tienen los encuestados: casi el 89,9% cuenta con depósitos, libretas o cuentas de ahorro, el 18,9% participa en un plan de pensiones, y el 6,2% declara tener sus activos en algún fondo inversor.
La seguridad continúa como el valor más importante a la hora de decidir una inversión. Más de la mitad, el 52,5%, afirma que lo que buscan es ‘no perder dinero’, un 26% prefiere tener ‘menos rentabilidad pero cierta seguridad’ y un 21,5% está dispuesto a obtener la máxima rentabilidad aún a costa de un cierto riesgo.
Los inversores confían en el crecimiento de las bolsas
El estudio de J.P. Morgan revela que el inversor ha vuelto a recuperar la fe en la economía española. El índice de confianza se sitúa en 1,32 puntos para el primer trimestre del año, frente a los 0,08 puntos registrados en los últimos tres meses del 2016. Entre los factores para esta certeza está la convicción que las bolsas del mundo subirán en los próximos seis meses, una idea que suscribe el 29,7% de los encuestados.
Uno de cada cuatro inversores optimistas (26,1%) considera que el mercado europeo será el que más crezca en los próximos seis meses del año. Un 24,9% apunta al mercado estadounidense y un 20,9% a la bolsa española. Sin embargo, los inversores optimistas apuestan en menor medida por el asiático (13%); los mercados emergentes (6,9%) y el japonés (5,5%).
