El plan de Saracho: desinversiones urgentes en el Popular

El Popular advierte que será “más agresivo” para acelerar la venta de activos no estratégicos

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Banco Popular no quiere vender a precios de derribo pero quiere vender rápido. Es el dilema que maneja el equipo de Emilio Saracho para incrementar los niveles de solvencia de la entidad financiera y dotar de coherencia a la estrategia marcada por la nueva dirección, que ya ha iniciado las desiversiones con la venta de la filial de crédito al consumo a Abanca.

El consejero delegado del banco, Ignacio Sánchez-Asiaín, y el director financiero, Miguel Escrig, han señalado que la venta de activos non core podría aportarles más de 100 puntos básicos de capital. Sin embargo, adviritieron que no venderán de manera “indiscriminada”.

«Nuestro objetivo es anunciar buenas noticias respecto a la venta de activos no estratégicos y vamos a intentar propiciar nuestro esquema de provisiones para ayudar en este sentido. El plazo de venta lo comunicaremos una vez que hayamos concluido el plan definitivo en términos operativos», han indicado.

El Popular estima que la venta de activos fuera de balance podría reportarle más de cien puntos básicos de capital

Pese a esta prudencia inicial, el Popular admite que tiene como objetivo ser “más agresivo” para acelerar la venta de improductivos, motivo por el que están evaluando la cartera de activos. Sánchez-Asiaín y Escrig aseguran que no sienten “presión” por parte del mercado o los reguladores en relación a las desinversiones, pero sí que hay una “presión propia” por “brindar una estrategia coherente”.

El banco, que se encuentra «en una posición que le permite continuar desinvirtiendo», estima que desaguar más de 2.000 millones de euros por año podría tener impacto en su capital. «Nuestra prioridad en este sentido es ser claros, transparentes y creíbles», han manifestado.

 

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