Los timos de los anuncios para vender pisos

Los agentes inmobiliarios recurren a diversos eufemismos para disfrazar las condiciones de los pisos que ponen en venta o alquiler. Estos son algunos de ellos

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Encontrar piso en Barcelona, Madrid u otra gran ciudad española es cada vez más difícil: si antes era la especulación inmobiliaria lo que hacía subir los precios, ahora es la presión del turismo en ciertos barrios que elevan los valores de forma desproporcionada.

La búsqueda de una propiedad es una carrera de fondo, de paciencia, y también de saber leer entre líneas. Dado que la ilusión de “bueno, bonito y barato” es pura utopía, los vendedores buscan diversos giros del lenguaje y eufemismos para pintar como maravillosa una propiedad que carece de ascensor, no tiene luz natural o no cuenta con calefacción.

Uno se lo puede tomar con humor, pero en todo caso cabe tener un sexto sentido desarrollado para filtrar los mensajes engañosos y detectar las fallas que puede haber en una propiedad antes de visitarla. Estas son algunas de las sugerencias que aporta MTB Gestión Inmobiliaria:

– Coqueto apartamento: o sea, que es pequeño, de no más de 30 metros cuadrados, donde el dormitorio es a la vez salón y cocina.

– Acogedor estudio: otra forma de hablar de micro-pisos. Si es un estudio, nunca puede ser una vivienda con al menos dos ambientes diferenciados. Sólo para amantes de lo minimalista o que están cansados de buscar sin resultados.

– Necesita actualización: ¿no se trata de un ordenador? Pues entonces requiere de una profunda reforma, que si no será un nuevo suelo posiblemente sean las tuberías o la red eléctrica.

– Cuenta con telefonillo: la única importancia que puede tener esto es para advertir que no hay servicio de portería. Aunque este también es un oficio anacrónico.

– Posibilidad de parking en el edificio: que haya posibilidad no significa que exista. Hay donde dejar el coche, pero alquilando la plaza a otro dueño. Será cuestión de sacar la calculadora, o vender el coche.

– Entre planta: o sea, es un bajo. A favor, que no hace falta usar el ascensor y las escaleras serán un recuerdo. En contra, la casi nula posibilidad de tener buenas vistas.

– En una zona animada: ¿preparado para no dormir? A menos que uno sea amante de la fiesta perpetua, lo más probable es que la propiedad esté en el corazón de un barrio lleno de bares, discotecas y mucha gente gritando a todas horas.

– Necesita luz artificial: por lo que no hay luz natural. O es un subsuelo o las ventanas dan a una pared ubicada a 50 centímetros. Puede servir si uno es amante del diseño y le gusta exhibir nuevos modelos de lámpara en cada ambiente.

– Se accede subiendo por la escalera: nada de ascensor, por lo que seguramente es una propiedad con varias décadas a cuestas. Si fuera una primera planta, no sería problema, pero a menos que uno sea un amante del gimnasio, hay que tener mucha fuerza de voluntad para subir cuatro plantas cada día.

– Cocina años ’70: ideal para amantes de lo vintage, con los cerámicos desteñidos y unos gabinetes de madera conglomerada que resisten como pueden el paso del tiempo.

– Dormitorio para el bebé: hay un pequeño dormitorio que también puede ser trastero o estudio, depende de las habilidades de organización del espacio.

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