Los auditores de la SEPI tocan la cara a Ramón Aguirre a cuenta de Navantia

La Intervención General pone reparos a una provisión patrimonial realizada por el gestor público en el astillero por importe de más de 90 millones

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Navantia se ha convertido en una caja de sorpresas. Y también en un quebradero de cabeza. No solo para su equipo gestor o para la Xunta, que por activa y por pasiva ha defendido una mayor implicación del grupo de astilleros públicos con Ferrol. Ahora, Navantia también es motivo de desvelo para la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), su accionista único, que ve cómo sus auditores ponen «peros» a determinadas operaciones contables realizadas durante 2015 por el grupo público a cuenta de Navantia.

En el caso del sector público, los auditores de la SEPI que alertan de esos desequilibrios son nada menos que funcionarios de la Intervención General del Estado. Ramón Aguirre, el presidente de la SEPI, ya tiene otro motivo de preocupación, porque las salvedades del auditor dan para mucho.

Un grupo de filiales

La Intervención General del Estado pone el acento en su informe de auditoría, correspondiente a las cuentas de 2015, sobre las provisiones por reintegro patrimonial realizadas por la SEPI en determinadas empresas participadas. En el caso de Navantia cita expresamente una provisión de 90,4 millones de euros. El interventor también extiende a otras empresas del grupo estas situaciones, como es el caso de Izar Construcciones Navales, actualmente en disolución, a la que se apuntó una provisión de 220 millones; Cofivacasa, con 33,5 millones, y Alestis Aerospace, con 1,8 millones de provisión patrimonial.

¿Y en qué consisten estas provisiones? Pues, básicamente, y lo dice el auditor, en que «la SEPI tiene constituida la denominada provisión de cartera a efectos de ajustar el coste de adquisición de sus participaciones no cotizadas al valor teórico que se deduce su participación en el patrimonio neto de las mismas». Es decir, en aquellos casos en que, como consecuencia de las pérdidas acumuladas, el patrimonio neto de dichas sociedades es negativo, SEPI registra una provisión por responsabilidades denominada «provisión por reintegro patrimonial», la cual constituye el reflejo contable del compromiso de la sociedad presidida por Ramón Aguirre de asumir esta situación patrimonial. Y a los auditores, esos 90 millones largos en Navantia no les gustan nada.

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