Los ganaderos preparan una campaña para atacar la leche importada

Las cooperativas aumentan las marcas propias y cuestionan la calidad de la leche importada

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Los ganaderos españoles se preparan para la primera campaña en contra de la leche importada de otros países europeos. España no da abasto para producir la leche que consume, por lo que necesita ciertas cuotas de importación, pero los ganaderos locales han puesto en la mira a las multinacionales que presionan a la baja los precios en España.

Para apuntalar la nueva estrategia comercial, las marcas propias de los ganaderos viven una fuerte expansión durante los últimos meses. En Galicia, la cooperativa de cooperativas Clun comercializa la leche Feiraco y Clesa, la antigua marca de Rumasa. Ahora, esta leche es 100% gallega y garantiza un rápido empaque desde el proceso de ordeño.

Hace pocos días, otra cooperativa, Leite Noso, que comercializa desde hace unos meses la marca Deleite, lanzó para toda España una nueva insignia: Muuu. Con las nuevas marcas, los ganaderos, organizados a través de cooperativas intentarán destacar las cualidades de la leche local y poner en duda la calidad del producto importado de otros países europeos.

“No se trata que tengan menos calidad, pero hay una diferencia lógica por los temas de transporte. La leche que viene de Polonia puede tardar hasta 7 días en ser envasada”, explica José Alberto Martín, presidente de la Organización de Productores de Leche, OPL.

Los nuevos empaques

El ministerio de Agricultura y Medio Ambiente prepara una nueva normativa que permitirá (o exigirá) especificar el origen de la leche. La indicación podría ir en perjuicio de las marcas que importan el producto de Francia o de Polonia.

“Tardamos menos de 24 horas desde el momento en el que se ordeña la vaca hasta que se envasa el líquido”, explican desde la fábrica de leche Gaza, gestionada por los ganaderos de Zamora. “Es casi leche fresca, aunque no podemos comercializarla de ese modo porque está sometida a procesos de UHT (ultrapasteurización en la que se somete al líquido a altísimas temperaturas para erradicar a los microorganismos)”, explican desde la empresa gestionada por los  ganaderos de Zamora.

Los ganaderos defienden la leche local: tarda menos de 24 horas en ser envasada. La importada tarda una semana

Con el nuevo etiquetado, que ultima el ministerio, los ganaderos tendrán la herramienta para hacer campaña por las leches producidas por ellos mismos: Kaiku (País Vasco), Gaza (Zamora), Covap (Andalucía), y Feiraco, Clesa, Deleite y Muuu (Galicia). Todos creen que el nuevo etiquetado les favorecerá aunque no saben en qué proporción.

«Es difícil determinar si la leche nacional es mejor que la importada, pero siempre se corre la tentación de enviar a los mercados extranjeros las partidas de peor calidad. Además, la leche importada es perjudicial para el ganadero local. Los países nórdicos, con excedentes de producción, usan los excedentes para tumbar los precios en los países del sur y proteger los suyos», explica Juan Trincado, responsable internacional de la leche Kaiku, producida por una cooperativa vasca. «Lo que no afecta en la calidad son los tiempos de envasado porque una leche UHT dura hasta 90 días», añade el responsable de Kaiku, que compra el 80% de la leche producida en el País Vasco. 

La imposición

Galicia produce el 40% de la leche de España y comienza a liderar las marcas del ganadero, que podrían comenzar a ganar terreno frente a las marcas de las multinacionales y las del distribuidor, que –por ser el eslabón fuerte– imponen los precios de compra a los agricultores.

Con la campaña, los ganaderos también quieren poner en la mira a las multinacionales. Y han comenzado con Nestlé. El sector ha anunciado un boicot contra la multinacional suiza que –según explican— compra la leche a precios mínimos históricos: 0,31 céntimos el litro. Aseguran que el precio de coste en España se ubica por encima de los 0,32 céntimos. Nestlé asegura que está dispuesta a negociar las condiciones de compra con los ganaderos españoles.

“No hay margen de negociación. Cuando las multinacionales llegan a comprar leche, no proponen. Imponen los precios. O lo tomas, o lo dejas. Es así de sencillo. Por eso se está perdiendo cada año un 3% de producción. Los ganaderos medianos no tienen capacidad de resistencia”, explica el presidente de la agrupación de ganaderos.

Lactalis y Danone (Francia) y Celta (actualmente en manos portuguesas) completan las multinacionales que controlan el negocio de la leche en España al margen de las grandes cadenas de distribución, que suelen comprar el líquido a precios similares.

Ahora los ganaderos quieren aprender del negocio del empaquetado y la distribución. Si ganan mayor músculo, tal vez algún día podrán vender su leche a mejores precios. 

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