Ferroatlántica pleitea hasta por la marca ‘Fervenza’

La actividad de Ferroatlántica en los juzgados y la guerra que está dando en el proceso de segregación auguran una dura batalla legal con los trabajadores

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Quien piense que Ferroatlántica va a quedarse de brazos cruzados y acatar el dictamen de Augas de Galicia sobre la segregación de las centrales del Xallas, sea cual sea el veredicto, se equivoca. El grupo que controla el empresario Juan Miguel Villar Mir está curtido en las lides procesales, hasta tal punto que temas que pueden parecer menores, como la disputa por un nombre, los combate con uñas y dientes.

Un claro ejemplo es el que atañe al uso de la marca ‘Fervenza’. La empresa Casa da Fervenza había demandado al Grupo Ferroatlántica por competencia desleal y uso de una marca registrada, en alusión al nombre de una de las centrales hidroeléctricas que ahora pretende vender. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña la desestimó.

Ferroatlántica había ganado, pero no contenta con eso, presentó una demanda reconvencional que sí fue estimada y que obligó a Casa Grande da Fervenza a cancelar parcialmente el expediente de marca ante la Oficina Española de Patentes y Marcas. La empresa que intentó plantarle cara a Ferroatlántica salió escaldada, teniendo que asumir las costas del proceso. Aún así lo volvió a intentar recuerriendo la sentencia, pero la Audiencia Provincial de A Coruña fallaba el pasado mes de marzo confirmando íntegramente la sentencia del Juzgado de lo Mercantil.

Casa da Fervenza litigó con Ferroatlántica por el uso de la marca y salió escaldada 

Esta misma semana, la empresa volvía a hacer alarde de su músculo legal en una rueda de prensa en la que los abogados y otros responsables de Ferroatlántica dieron cuenta de las alegaciones presentadas ante el organismo Augas de Galicia para reforzar los argumentos por los que solicitan la modificación de las concesiones hidroeléctricas de los ríos Xallas y Grande y, al mismo tiempo, contrarrestar con ello las presentadas por el comité de empresa de Cee-Dumbría-Centrales hidroeléctricas, que se opone a la segregación y posterior venta de dichos activos.

Camino del juzgado

El conflicto está asegurado. De hecho, en la propia comparecencia, los responsables de Ferroatlántica adelantaron que si Augas de Galicia no modificaba las concesiones atendiendo a sus argumentos, acudirían a la vía judicial, hasta agotar todas las opciones legales. Y es que tienen mucho que perder. Si la Xunta no autoriza dicho cambio, no se podría llevar a cabo la segregación de las centrales hidroeléctrica de las plantas de ferroaleaciones, como defienden los trabajadores de Cee y Dumbría amparándose en varias sentencias judiciales, y, por tanto quedaría frustrada su venta al fondo norteamericano Brookfield.

En el supuesto contrario, los representantes de los trabajadores tampoco se quedarán de brazos cruzados. Están dispuestos a defender lo suyo hasta donde haga falta. Por lo de pronto, este viernes han avalado la convocatoria de huelga para el próximo 8 de julio, así como la manifestación ese mismo día en Compostela y la marcha a pie que iniciarán el día 5 desde Cee hasta la capital gallega.

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