El blindaje de Tino Fernández y Abanca a un Deportivo en Segunda

Escotet ofreció dos años de carencia en el pago de la deuda en caso de descenso, además de un tipo de interés bajo y una amortización blanda los próximos años

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Finalizada la primera vuelta de La Liga, el Deportivo está en puestos de descenso. La Segunda División fue la línea roja que marcó Tino Fernández para asegurar la viabilidad del club, debido al fuerte descenso de ingresos que provocaría la pérdida de categoría y, en consecuencia, las dificultades adicionales para devolver la deuda pendiente. Este discurso quedó matizado el pasado 29 de junio, cuando Juan Carlos Escotet y el presidente del Deportivo hicieron público el préstamo de 45 millones que permitía zanjar la deuda privilegiada con Hacienda.

Aquel acuerdo no fue importante por limpiar pasivo, sino, como ya explicó este medio, por sostener la capacidad de gasto del club, de manera que pueda ser competitivo. El objetivo es gastar para preservar la categoría y el nivel de ingresos por retransmisión, un planteamiento que la tabla clasificatoria pone hoy en duda. El crédito de Abanca vence en 2032, lo que permite al Deportivo pagar menos ahora –tenía que devolver ya 21,6 millones a Hacienda–, repartir las cuotas durante un periodo más prolongado de tiempo y reservar más dinero para la plantilla. Pero existen otros blindajes que darían algo de oxígeno al club incluso en Segunda División.

En Segunda, no se paga

El más notable es que, en caso de descenso, está previsto un periodo de carencia en la amortización del préstamo de dos años, según destacó el propio Escotet. Es decir, el Deportivo estaría dos años sin devolver la deuda a Abanca y con el objetivo de recuperar la categoría. Además, el crédito establece una “amortización progresiva”, según explica el club en sus cuentas anuales, de manera que los pagos más importantes se producirían cerca de la fecha de vencimiento, fijada en 2032.

El banco de Escotet es la única entidad financiera a la que el Deportivo debe dinero, una vez abonados los más de 5 millones que tenía pendientes con el Sabadell. Parte de esa deuda, unos 13 millones, se cubren mediante un acuerdo comercial. Abanca está en la camiseta del Deportivo y en el nombre del estadio municipal de Riazor.

El dramático descenso de ingresos

Esta es la parte bonita del escenario, al que se suma un tipo de interés en el préstamo por debajo de mercado, según admitió el propio Tino Fernández. Pero la drástica caída de ingresos en Segunda División, complicaría mucho la operativa del Deportivo. La última vez que estuvo en la categoría de plata, ingresaba tres millones por televisión, frente a los 44 millones que ingresó la pasada campaña.

A pesar de haber limpiado la deuda con privilegio especial de Hacienda, el club tiene pendientes de amortizar más de 100 millones. Según las cuotas previstas, debería pagar 11 millones la próxima temporada, 7,3 en la 2019/2020 y más de cuatro millones en las dos siguientes.

En el futuro deportivo del equipo que entrena Cristóbal Parralo también se juega mucho Abanca, que al margen de los blindajes que haya contratado sobre su propio préstamo, sufriría un revés comercial en sus acuerdos de patrocinio con el club herculino en Segunda, pues el logo o el nombre del estadio lucen bastante menos lejos de la primera línea mediática.

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