Bertín Osborne fracasa con sus franquicias

Las expectativas generadas con las franquicias El Rincón de Bertín y la incertidumbre sobre el futuro de los locales evidencian la deriva en la gestión

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Nuevo terremoto en las empresas de Bertín Osborne. Si en abril vendía sus bodegas que arrastraban años de pérdidas, ahora el cantante suma un nuevo frente en su red de franquicias. En marzo anunció un cambio de rumbo en los locales El Rincón de Bertín, marcados por los vaivenes y la incertidumbre después de un año de gestión. La experiencia ha llevado a que integrantes de la firma cuestionen internamente la viabilidad del proyecto.

La cadena de restaurantes se constituyó jurídicamente el 11 de marzo de 2016 en Valladolid. Allí, en la calle Paraíso instaló el primer gastrobar que sería además el Máster Franquicia. El presentador no eligió al azar, sino porque vivió allí durante su etapa de estudiante.

El proyecto estaba dirigido a locales de 100 , con una inversión media de 60.000 euros. Además, el cánon de entrada era de 15.000 euros y el royalty, importe que el franquiciador cobra al franquiciado como contraprestación, era variable.

Así, se ponía en marcha un negocio que apuntaba a éxito. Pero nada más lejos de la realidad. A los siete meses este establecimiento bajaba la persiana. Aún así, en diciembre, el cantante abrió otro local. Esta vez en la calle Cruz, en Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol. Pero los problemas que suponía el cierre del local de Valladolid, encargado de explotar el resto de establecimientos y de desarrollar el producto, ha terminado embarrando la actividad en la capital.

El primer establecimiento de Bertín Osborne duró siete meses

Motivos más que suficientes para cambiar de planes. Tal y como anunció el propio Osborne el pasado marzo durante el congreso de la asociación de fabricantes y distribuidores AECOC, la hoja de ruta pasa ahora por una nueva línea de restaurantes. 

La Tabertina de Bertín, como así se denominará el nuevo negocio, echó a andar oficialmente el 12 de mayo en las redes sociales, donde invitaba a sumarse todo aquel interesado. No obstante, fuentes cercanas a la empresa aseguran que no será hasta septiembre cuando se conozcan el resto de detalles. Por contra, el anuncio ha generado inquietud entre los empleados de los locales que siguen vinculados al proyecto inicial.

Ni rastro de Miami

Visto con perspectiva, las previsiones para El Rincón de Bertín dibujaban un futuro muy distinto. Los gestores esperaban abrir un centenar de locales en un periodo de dos o tres años. Incluso llegaron a decir que, entre las doscientas solicitudes que habían recibido, contaban con propuestas para aterrizar en MéxicoColombia o Miami

Las previsiones apuntaban a que se abrirían franquicias en México

Hasta el momento, la firma ha sido un elemento estratégico para dar salida a los productos que el cantante comercializaba desde sus marcas de alimentación, Bertín Osborne Selección (BOS), que registró pérdidas por valor de 75.000 euros en 2015, y Bertín Osborne Alimentación. Ambas mercantiles están en plena reestructuración desde la llegada de nuevos socios que también asumirán este nuevo reto.

La unión entre la red de franquicias y las sociedades alimenticias era Ernesto Serrano Garrido, que se sentaba en el consejo de administración de ambas firmas como administrador solidario y vicepresidente, respectivamente. Sin embargo, personas cercanas a Serrano desmienten que éste mantenga aún una relación societaria con El Rincón de Bertín. Algo llamativo cuando, a 22 de julio de 2017, el empresario todavía figura en el registro mercantil con los cargos mencionados.

¿Problemas internos?

El día de la inauguración del primer local, el 1 de abril de 2016, Bertín Osborne aseguraba que el poyecto nacía de «un grupo de amigos» que habían empezado «con mucho interés y mucha ilusión». Personas cercanas a la gestión del proyecto insinúan que con el paso del tiempo la relación entre alguno de los componentes del núcleo habría cambiado significativamente. 

Preguntado por este presunto enfrentamiento, Ernesto Serrano prefiere guardar silencio. No obstante, se desmarca y asegura que él jamás se encargó «de la gestión del negocio». El otro nombre propio es el de Marco Antonio Martínez Yáñez, administrador solidario junto a Serrano. Martínez, licenciado en ciencias económicas, todavía es administrador de la franquicia según figura en su perfil de Linkedin. El vallisoletano ha desestimado hacer cualquier tipo de declaración al respecto.

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