Así son los ‘Silicon Valley’ gallegos

El centro Mans en A Coruña, Tecnópole en Ourense o Rozas en Lugo son, junto con las universidades, los ejes del crecimiento de la innovación en Galicia

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Comparten clima y los dos son territorios costeros que lindan al oeste con un océano. Su paisaje está salpicado de playas salvajes y acantilados y su gastronomía tiene en el marisco uno de sus máximos exponentes. Estas similitudes entre Galicia y California han llevado a acuñar el término ‘Galifornia’, que sirve a los gallegos para demostrar que no tienen nada que envidiar a una de las regiones más pujantes de Norteamérica. En materia de emprendimiento e innovación es cierto que aún están a años luz de distancia, pero en este rincón de Europa empiezan a florecer polos tecnológicos con un futuro prometedor, vinculados a iniciativas tanto públicas como privadas.

Esta misma semana, Abanca presentaba Abanca Innova, una iniciativa de promoción del talento dirigida a favorecer el desarrollo de ideas innovadoras. Desde su centro de A Coruña, situado en el polígono de Pocomaco, la entidad ayudará a que jóvenes de toda la comunidad puedan desarrollar proyectos empresariales que tengan que ver con últimos desarrollos tecnológicos aplicados al sector financiero, fundamentalmente las conocidas como fintech, insurtech o regtech, en los que invertirá en un primer momento hasta 10 millones de euros. De momento son ya tres las firmas asentadas, WayApp, Alamo Consuting y Empathytool, pero hay otras 25 pendientes de superar el proceso de selección.

La apuesta de Rosalía Mera

A muy pocos metros de allí, en el mismo polígono, se encuentra el Centro de Iniciativas Empresariales Mans, impulsado por la Fundación Paideia que preside Sandra Ortega, la mujer más rica de España e hija del fundador de Inditex, Amancio Ortega, y Rosalía Mera. En este recinto conviven empresas de gran tamaño y ya asentadas en su sector, como la multinacional tecnológica Sofftek o Denodo Technologies, ambas con sedes en ambos lados del Atlántico, con otras de menor dimensión pero con grandes proyectos. Es el caso de Aqualgae, una firma biotecnológíca especializada en la optimización y sostenibilidad de cultivo de microalgas, u Opositatest, un proyecto de reciente creación que proporciona una herramienta on line para la preparación de oposiciones.

Mans tiene una segunda sede en A Escravitude, muy cerca de la localidad coruñesa de Padrón, en la que promueve el emprendimiento con un espacio de coworking desde el que pretende fomentar la creación de empresas en el rural. La Fundación Paideia también cuenta con un estudio de grabación con la más alta tecnología ubicado en el centro Mans de A Coruña. Actualmente tiene en marcha un programa gratuito de emprendimiento cultural en colaboración con la Escuela de Organización Industrial. Consiste en in programa de formación en industrias culturales dirigido a artistas, músicos o emprendedores que pretendan consolidar su proyecto transformándolo en una inciativa profesional viable.

Sin salir del área metropolitana coruñesa, en la localidad de Oleiros, también se está creando un pequeño parque tecnológico. Muy cerca de donde residen empresarios como el presidente de Inditex, Pablo Isla, o Manuel Jove, empresas como Altia, Disashop, Netex, Emetel o Agatha han fijado allí sus sedes.

Aviones no tripulados

Desde el ámbito público, la Xunta colabora en varias iniciativas de emprendimiento e innovación. La más destacada es su apuesta por los aviones no tripulados, también conocidos como drones. En el aeródromo de Rozas, situado a pocos kilómetros de Lugo y en el que se han asentado multinacionales como Indra o Inaer –recientemente rebautizada como Babcock–, el Ejecutivo autonómico impulsa un polo tecnológico que gira en torno al Centro de Investigación Aerotransportada (CIAR), para cuya puesta en marcha ha sido necesaria una inversión público-privada de 115 millones de euros.

El centro incluye una fábrica de helicópteros y aviones no tripulados para uso civil, un espacio tecnológico y una oficina de diseño y certificación, una unidad de instrucción de pilotos, un centro de control de tráfico aéreo, un nuevo hangar, y una incubadora de empresas vinculadas al sector.

Parque Tecnológico de Galicia

Pero en Galicia hay muchos más centros de innovación. En Ourense, por ejemplo, está Tecnópole, un polígono en el que participan la Xunta, Abanca, las tres universidades gallegas y varias entidades de ámbito local. Se creó a principios de los años 90 con el objetivo de contar con un entorno de referencia en Galicia dirigido a acoger, apoyar y potenciar iniciativas empresariales de marcado carácter innovador y que apostasen por la tecnología, la investigación y el desarrollo como ejes de su actividad.

En la actualidad, Tecnópole cuenta con cinco centros tecnológicos y 90 empresas en las que trabajan 1.400 profesionales de alta cualificación. Dispone de una lanzadera de Empresas Biotecnológicas con su correspondiente zona de laboratorios, un centro de excelencia o un espacio de coworking, entre otros equipamientos. Sociedades como Egatel, el Centro de Cirugía Experimental Mínimamente Invasiva (Tecmeva) o el Centro de Experimentación en Energías Renovables son algunas de las empresas y centros que tienen allí su sede.

El Gaiás como referencia

Y no podía faltar la capital. En Santiago de Compostela, además de los centros de investigación asociados a la universidad, la Axencia para la Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), dependiente de la Xunta, tomó parte de las instalaciones de la Cidade da Cultura para crear en el Gaiás un polo tecnológico que aglutine los servicios empresariales TIC para el sector público y que dé cabida a otras iniciativas tecnológicas de la comunidad.

Desde el edificio CINC y las instalaciones del Museo de Galicia, profesionales de empresas como PwC, Everis, Eosa, Tecnocom, Vodafone o HP trabajan en proyectos del ámbito de la administración electrónica, la modernización del transporte (con el Centro de Movilidad de Galicia), o la gestión y seguridad las infraestructuras tecnológicas corporativas, entre otras.

Sectores como la biotecnología, el aeronáutico y otros ya consolidados como las telecomunicaciones o la automoción son puntas de lanza de la revolución silenciosa que Galicia ha puesto en marcha para destacar como polo de innovación desde un pequeño ‘recuncho’ de España. Por Silicon Valley seguró que algo ya estarán comentando al respecto y, si no, pronto oirán hablar de alguna de estas empresas.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp